Literalmente el campeón del mundo dominó la prueba checa desde la primera hasta la última vuelta y si bien en algunos momentos pudo notar cierta presión de su máximo rival, el italiano Andrea Dovizioso (Honda), no fue más que un mero espejismo, pues como ya hiciese en otras ocasiones, una vez se pasó el ecuador de la carrera Jorge Lorenzo cambió el ritmo y se marchó con una facilidad pasmosa en pos de un nuevo triunfo que añadir a su currículo personal, en el que cuenta por victorias todas las «pole position» que ha conseguido esta temporada.
Tras él, Andrea Dovizioso se tuvo que conformar con la segunda posición, que defendió en solitario, pues el sanmarinense Alex de Angelis (Aprilia) y el finlandés Mika Kallio (KTM), que iban detrás de ellos, fueron perdiendo terreno y acabaron luchando por la tercera plaza, que fue para el finlandés al caerse en el decimoctavo giro el piloto transalpino, que pudo regresar a la pista pero sólo para ser undécimo.
El castellonense Alex Debón (Aprilia), segundo en la clasificación de entrenamientos en Brno, salió dispuesto a ejercer de lugarteniente de su compañero de equipo y campeón del mundo, Jorge Lorenzo, para restar el máximo de puntos a su rival por el título, el italiano Andrea Dovizioso (Honda), pero pronto se vio que no iba a poder ser.
Ya en la salida Alex Debón se quedó clavado y perdió muchas posiciones, por lo que cuando se había cubierto la primera vuelta sólo ocupaba la duodécima plaza y en cabeza el ritmo que se imprimió fue muy alto, lo que obligaba al piloto de la Vall d'Uxó a tirar fuerte para intentar recuperar algo de terreno.
Al mismo ritmo que marchaban los pilotos de delante, Debón consiguió llegar hasta la octava plaza, pero el ritmo era muy fuerte y la presión también, lo que le hizo cometer un error cuando se había cumplido el décimo giro, en el que Jorge Lorenzo marcó su primera vuelta récord de la pista, que le hizo rodar por los suelos y tener que abandonar la carrera.
No obstante, dio la impresión de que Jorge Lorenzo no iba a tener muchos problemas para controlar a Dovizioso, quien inicialmente aguantó muy bien la presión, pero luego se fue quedando rezagado, cuando los neumáticos comenzaron a notar el esfuerzo realizado y ahí se acabó la carrera.
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