Efe |MONTECARLO
El español Rafael Nadal se mostró de nuevo superior, más ambicioso y con mayor capacidad de reacción, para superar al suizo Roger Federer en la final del Masters Series de Montecarlo, por 6-4 y 6-4 y conquistar por tercera vez el título en el Principado e igualar al rumano Ilie Nastase (1971-1973). Nadal desquició de nuevo a Federer con su seguridad en su elemento natural, la tierra batida. El suizo tuvo sus opciones en el primer set donde dispuso de tres puntos de rotura con 4-3 que fueron vitales. Pero salvados estos, el duelo cambió y Roger se hundió paulatinamente. Eso si, salvó dos bolas de partido pero acabó cediendo, de nuevo, en una hora y 35 minutos ante la superioridad evidente del zurdo de Manacor. Al final, después de un año, mismas caras, y mismo campeón: Nadal, que se mantiene invicto en tierra batida desde el ocho de abril del 2005 (cuartos de final de Valencia) ante el ruso Igor Andreev y un ganador que tras el triunfo en el Masters Series de Indian Wells, casi tiene asegurada ya su participación en la Copa Masters de Shangai.

La 67 victoria consecutiva de Nadal sobre arcilla se dio en las condiciones más favorables para que Federer cortase esta racha galáctica. Llegaba al último escollo, como el Rafa, sin ceder un set, ganando a especialistas como los españoles David Ferrer y Juan Carlos Ferrero, y reconociendo públicamente que era su mejor momento en tierra. El suizo había preparado este torneo a conciencia, entrenándose en estas pistas desde el pasado viernes porque su objetivo este año es ganar Roland Garros, el único grande que le falta, y el torneo monegasco es el primer peldaño para ello. Además la ausencia de viento, y la buena temperatura hacían que las bolas volasen, más condiciones a su favor, añadidas a que la final este año era al mejor de tres sets, y no a cinco como el año pasado cuando perdió con Rafa en cuatro mangas. Pero Nadal es su 'bestia negra' en tierra. El español le ha ganado ya cinco veces en esta superficie y dos mas en pista dura. Tan solo la hierba se le resiste, aunque ya en la final de Wimbledon del año pasado Federer perdió el único set del torneo precisamente en la final contra el español.

Y si en aquella ocasión su rostro reflejó cierto temor, hoy su cara expresó el mismo sentimiento cuando comprobó que la magia de sus golpes no es suficiente ante la fuerza de Rafa, sus mejores deslizamientos y su poder de concentración. Las razones por las que Nadal se le atraganta a Federer, o por qué el español sabe jugarle tan bien, son múltiples. Rafa le obliga a un golpe más, le abre ángulos para que se estire y no golpee con comodidad, le inquieta al resto y tiene una fuerza mental superior a sus adversarios. El resultado es desesperante para el de Basilea. Nadal le incordió en exceso, extenuándole en intercambios agotadores, obligándole a jugar saque-volea y destrozándole mentalmente. Rafael Nadal conquistó su tercer título consecutivo en Montecarlo después de vencer al número uno del mundo, el suizo Roger Federer, y admitió que era un resultado «sorprendentemente», que evidencia la superioridad absoluta del balear en las pistas de tierra batida. «Ha sido un partido muy cerrado. Con seguridad, es sorprendente ganar en dos sets al número uno del mundo», reconoció Rafael Nadal, que ha logrado su quinta victoria consecutiva en tierra ante Federer, cuatro de ellas en finales. «Tengo que decir que es un honor para mí haber conseguido ganar a Federer y lograr tres títulos en Montecarlo», indicó. Nadal compartió con Federer la opinión de que los dos puntos de rotura desperdiciados por el helvético en el octavo juego del primer set cambiaron el partido.