Efe| PALMA
El Mallorca conquistó ayer la sexta victoria consecutiva en su estadio, un registro histórico en sus 21 años en Primera, al derrotar al Nástic, que cada jornada que pasa está más cerca de la Segunda división. El gol del triunfo balear, que sitúa al equipo de Gregorio Manzano a un paso de la salvación matemática, lo marcó Victor Casadesús en el minuto 20 de la primera parte. Mallorca y Nástic jugaron a un ritmo muy lento en la primera mitad, periodo que dejó al descubierto las carencias de dos equipos que han vivido la temporada al filo de la navaja. Mal el Nástic, que cifró en el olfato goleador de Javier Portillo toda su esperanza ofensiva, y peor el Mallorca, incapaz durante muchos minutos de abrir espacios en la defensa rival.

El ex mallorquinista Alejandro Campano tuvo la oportunidad de abrir el marcador (min. 20), pero falló con la portería vacía. En cambio no perdonó Víctor Casadesús dos minutos más tarde para marcar tras una asistencia magnífica del venezolano Juan Arango. Poco después (min. 28), el Mallorca reclamó penalti por un derribo a Fernando Navarro del meta argentino Albano Bizarri, pero el colegiado ignoró esa acción. El marcador en contra no alteró el ritmo cansino del equipo catalán, mucho más preocupado de no encajar más goles que de crearle problemas al rival. El Nàstic intentó quemar sus naves en el segundo tiempo, pero no fue capaz de batir la portería de Moyá.