El presidente, Miguel Torres, comentó ayer que la decisión de destituir al preparador sevillano se ha debido a motivos estrictamente deportivos. «Siempre se había hablado de que teníamos una mala relación, pero nunca hemos tenido ningún problema. La decisión ha sido porque tenemos un equipo que no es nuevo, que lo conocemos y que con el año que estamos haciendo no íbamos a solucionar nada si no se hacía un movimiento de ficha. Pensamos que puede ser el revulsivo para la plantilla», argumentó.
La temporalidad de los apaga fuegos de la Peña tendrá su caducidad según los resultados, según comentó el mandatario del club: «Hasta que hayamos visto la reacción del equipo no nos vamos a precipitar. Dependiendo de cómo vaya el equipo, haremos una cosa u otra. Hay que darles tiempo para que puedan sacar adelante el tema», explicó Torres, quien añadió que el hecho de que sólo puedan estar tres jornadas sin entrenador titulado no es un problema. «De eso ya nos encargaremos nosotros».
En cuanto al posible sustituto de Marín, el responsable de la entidad de Santa Eulària destacó que desde que se produjo la destitución se han ofrecido siete u ocho entrenadores. «Yo no voy por este camino. Me gustaría solucionar el tema con los entrenadores de casa, pero habrá que dejar pasar el tiempo para saber qué decisión tomar, porque el equipo necesita salir del bache y volver a ganar», sentenció Miguel Torres.
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