El partido parecía abocado a las tablas y ya todos lamentaban el que iba a ser el decimotercer empate de la temporada para la Peña. Sin embargo, un gol de Calero en el último minuto del partido dio los tres puntos al Alaior, rompió una racha de dieciséis meses sin que los ibicencos perdieran en casa y deja en la cuerda floja tanto al equipo, que sigue lejos de los puestos de 'play off' de ascenso, como al técnico Paco Marín, que hoy mismo podría ser destituido. Todo eso en apenas diez segundos fatídicos del minuto 90, el tiempo que tardó Zurbano en parar un balón, romper la presión de hasta cuatro jugadores locales y dejar el balón franco a Calero para que batiera por bajo a Rivas y colocara el 2-3 en el marcador.

El inicio del partido no presagiaba ese desenlace tan funesto para los de casa. La Peña salió con ganas, deseando romper de una vez por todas su mala racha de empates en casa y espoleado por la especie de ultimátum que pesaba sobre el entrenador sevillano. Las cosas se pusieron de cara para los ibicencos en el minuto 12, cuando Salazar marcó de cabeza tras un saque de esquina botado por Íñigo desde la derecha.

La pasada temporada, con un gol tempranero a su favor, la victoria nunca se le hubiera escapado a la Peña. Sin embargo, este equipo, a pesar de contar casi con las mismas fichas, no es el mismo. La opinión unánime de plantilla y cuerpo técnico es que falta confianza. También falta ambición. Los locales se dedicaron a sestear el resto de la primera parte, hasta que el Alaior demostró que no era un convidado de piedra y que tenía mucho que decir en el partido. Así, en el minuto 44, un despiste de la zaga local provocó que Zurbano rematara al palo y que el posterior rechace lo convirtiera en gol Pau.

En el segundo tiempo, los locales hicieron propósito de enmienda y salieron a por todas. El gol volvió a llegar en una jugada a balón parado y con los mismos protagonistas que en el primer tanto local. Íñigo sacó un córner y Salazar volvió a poner la cabeza para batir por segunda vez al meta menorquín Toni en el minuto 53. Esta vez no hubo relajación y la Peña parecía capaz de sentenciar el partido, pero una jugada polémica en el minuto 71 devolvió la igualdad en el marcador. Zurbano intentó una chilena dentro del área y el balón golpeó las manos de Villodre. Los locales reclamaron una mano previa y juego peligroso dentro del área del delantero visitante, pero el colegiado Escribano Jiménez señaló el punto de penalti, que Josito transformó en el 2-2. Todavía quedaban 19 minutos de encuentro y la Peña se fue al ataque a la desesperada. No querían ver ni en pintura un nuevo empate.

No obstante, la ofensiva local, con el central Vallori convertido en delantero centro, dejaba muchos espacios en defensa. Esa circunstancia fue aprovechada por el Alaior para montar un contragolpe letal en el minuto 90 y, entre Zurbano y Calero, colocar el 2-3.

No había tiempo para reaccionar, a pesar de que los visitantes tuvieron que jugar los últimos segundos del partido con un jugador de campo como portero tras la expulsión de Toni, que vio la roja junto a Salazar por agresión mutua.