Efe
Samuel Eto'o, delantero del Barcelona, acusó ayer a su entrenador, Frank Rijkaard, de ser «mala persona» por haber anunciado públicamente su negativa a jugar ante el Racing de Santander y criticó además a su compañero Ronaldinho, quien le había aconsejado pensar más en el grupo que en el beneficio propio. El camerunés, presente en un acto solidario en Vilafranca del Penedés, cargó duramente contra su técnico, criticó a Ronaldinho e incluso evidenció que en el club existe «una guerra de bandos» en referencia a los partidarios del presidente, Joan Laporta, y del ex vicepresidente Sandro Rosell, objeto asimismo de las invectivas del camerunés.

Lejos de apaciguar la polémica surgida el pasado domingo, cuando Rijkaard desveló que se había negado a jugar cinco minutos, Eto'o la multiplicó: «Es de mala persona los que salen a una rueda de prensa y dicen que me negué a jugar, yo siempre he cumplido con mis compañeros y voy con la cabeza alta». Las críticas del camerunés afectaron a todos los estamentos del club: puso de manifiesto que existe, dijo, «una guerra que no es mía y en la que me llevo todos los palos», en referencia al divorcio entre Laporta, artífice del fichaje de Eto'o, y Rosell, encargado de gestionar la llegada de Ronaldinho al Camp Nou. Sin pronunciar el nombre de Rosell, Eto'o le criticó con dureza: «Que tenga los huevos de decírmelo a la cara, cuando fue mi jefe ni siquiera me saludaba y ahora va por detrás dando palos, eso es de ser mala persona».

«También es de mala persona», continuó Eto'o en un tono visiblemente encendido, «el que sale a una rueda de prensa y dice que me he negado a jugar. Que piense que yo salgo a entrenarme siempre con mis compañeros, con lesiones y golpes; que digan lo que quieran, pero yo puedo ir con la cabeza alta».