Carlos Vidal
Si los partidos de la Peña entraran en la quiniela, la equis sería el signo más tachado en todos los boletos. Hasta once empates acumula ya el conjunto de Paco Marín en el presente campeonato y, de seguir así la cosa, la cifra será casi de récord de aquí al final de la temporada. Ayer le tocó sufrir otra nueva igualada ante el Atlétic Ciutadella y ya más de uno empieza a ver fantasmas.

La parroquía respiró tranquila en el minuto cinco y es que esta vez el partido no iba a acabar con empate sin goles, un resultado que se ha repetido hasta el momento en ocho ocasiones esta temporada, incluido en el encuentro de la primera vuelta entre ambos conjuntos. En ese minuto, una galopada por la banda izquierda de Vallori, reconvertido en improvisado extremo zurdo, culminó en un medido centro al segundo palo a Tino, que sólo tuvo que llevar el balón al fondo de la red. Por primera vez en mucho tiempo los ibicencos jugaban a favor de marcador y sólo era cuestión de saber manejar la renta. Esos primeros minutos fueron los mejores del conjunto local y por momentos pareció que el encuentro podía incluso acabar en goleada, algo impensable en las últimas jornadas. Así, en el minuto 22, la Peña dispuso de una de esas ocasiones que casi nunca se fallan, en un barullo dentro del área pequeña del conjunto visitante y hasta tres remates consecutivos de Salazar y Villodre que se toparon con el portero o con algún defensor visitante. Definitivamente, el equipo está peleado con el gol.

Pero ese ímpetu ofensivo con el que salieron los locales se fue desvaneciendo con el paso de los minutos y el partido entró en una fase mucho más pausada. De esta forma, se llegó al descanso con un único sobresalto por parte del conjunto menorquín en el minuto 45, cuando Xavi cabeceó una falta botada por Berto, pero Rivas estuvo muy acertado y desvió el balón a córner en casi su única intervención en el primer tiempo.

En la segunda parte la Peña pudo sentenciar el encuentro, pero desaprovechó las ocasiones de que dispuso y, ya se sabe, el que perdona lo acaba pagando. Guarte, en el minuto 64, y Tino, en el 73, pudieron ampliar el marcador en dos jugadas calcadas por la banda izquierda, en la que los jugadores picaron el balón ante la salida de Jesús. En la primera ocasión, el esférico lo sacó el lateral Pablo casi en la misma línea de gol y, en la segunda, fue el meta el que sacó una mano providencial para evitar el gol.

El Ciutadella, mientras tanto, ganó la partida en el centro del campo, sobre todo tras el cambio de Romero por Jorge, y seguía agazapado a la espera de su oportunidad. El primer aviso lo dio en el minuto 69, con un centro por la banda izquierda que ni Xavi ni Dani acertaron a rematar por muy poco. Su ocasión llegó poco después, en el minuto 82, cuando Rivas no atajó un disparo desde fuera del área de Marcos y Xavi, muy oportuno, remató al fondo de la red. La cosa pudo ser peor en el minuto 90, en un disparo de Marcos que salió desviado por poco. De todas formas, el empate no contentaba a la Peña, que volvía a dejar escapar otra buena oportunidad de sumar los tres puntos. Y ya van demasiadas.

Paco Marín, entrenador de la Peña, se mostró resignado con el nuevo empate sumado por el equipo. «Ni queriendo se logran tantos empates. La lectura positiva es que, salvo en el partido ante el Alcúdia, las otras igualadas han sido porque nosotros no aprovechamos nuestras ocasiones y no por méritos del rival», afirma el técnico. Sobre el encuentro, asegura que «nosotros jugamos muy bien al principio y quizá la clave fue la triple ocasión que perdimos en el minuto 22. Quizá hay algo de ansiedad por ganar, pero tenemos que seguir trabajando como hasta ahora».