Victoria agónica del Madrid en los últimos instantes

VIVE MENORCA (28+13+19+19): Alzamora (7), Chris Moss (12), Nacho Rodríguez (8), Mario Stojic (13), Marino Bazdaric (14) -cinco inicial-, Nacho Yáñez (6), Kaloyan Ivanov (0), Alberto Ruiz (2), Daniel Farabello (5) y Jelani McCoy (12).

REAL MADRID (21+22+23+17): Charles Smith (13), Felipe Reyes (1), Hervelle (8), Raúl López (1), Tomas (15) -cinco inicial- B. Sekulic (2), Marko Milic (2), H. Sonseca (6), Tunceri (14) y Bullock (21).

Arbitros: Pérez Pérez, Bultó, Pérez Niz. Eliminaron por 5 faltas personales a los locales Mario Stojic y Jelani McCoy en el min. 39.

Incidencias: partido disputado en el pabellón Menorca ante unos 2.500 aficionados.

Efe|MENORCA
El líder de la ACB, el Real Madrid, derrotó (79-83) con más dificultades de las previstas al Vive Menorca, último clasificado, en partido que se decidió a falta de 1'10'', momento en el que fue eliminado el pívot local Jelani McCoy.

Hasta entonces el encuentro había sido del Menorca durante muchos minutos por lo que el Real Madrid tuvo que esforzarse para llevarse la victoria. El choque se inició con un triple del local Marino Bazdaric contestado rápidamente por Marko Tomas. Este primer cuarto que finalizó con ventaja insular (28-21) fue dominado por un Vive Menorca que quería dar la sorpresa ante un conjunto superior y que durante muchos minutos mantuvo diferencias de hasta siete puntos.

El Real Madrid, que empató el partido a (34-34) gracias a un triple de Bullock en el segundo cuarto, intentó distanciarse en el marcador con otro triple Tunceri, pero la resistencia isleña, bien dirigida por Nacho Yáñez como director de juego y basándose en el juego interior con Chris Moss y el debutante Jelani McCoy propiciaban que el equipo de Joan Plaza no se fuera más allá de los 5 puntos. En una reacción local culminada por Moss con un mate colocaba el 41-43 al final del segundo período.

Tras el descanso y después de varios intercambios de canastas, el líder muy bien conducido por Bullock y Raúl López, hacían presagiar que pronto acabarían con la resistencia menorquina, nada más lejos de la realidad, los de Ricard Casas que han jugado el mejor partido de la temporada creían en sus posibilidades y de nuevo hacían frente a un equipo superior a base de disciplina y carácter. El tramo final el encuentro fue lo más interesante.

Los menorquines daban muestras de creer que sería posible derrotar al líder, la gran defensa puesta en práctica por los baleares, así como su fe en la victoria pusieron el partido muy igualado a falta de 1'10''. Una falta propició que los tiros libres resultaran insalvables para el Menorca.