ESPAÑA: Hombrados; Roberto García (6), Garralda (-), Raúl Entrerríos (2), Romero (6, 1p), Juanín García (6, 2p) y Garabaya (2) -equipo inicial- Barrufet (ps), Belaustegui (-), Lozano (2), Davis (-), Chema Rodríguez (-) y Víctor Tomás (4p)

CROACIA: Alilovic; Dzomba (6, 1p), Metlicic (3), Valcic (-), Vukovic (3), Kaleb (-) y Balic (5) -equipo inicial- Jerkovic (ps), Sulic (-), Duvnjak (1), Vori (7), Zrnic (-), Lackovic (2) y Vukic (2)

Marcador cada cinco minutos: 3-2, 5-4, 10-6, 11-9, 14-11, 16-11 (Descanso) 17-13, 18-16, 20-20, 23-23, 26-26 y 28-29 (Final)

Javier Villanueva |MANNHEIM
La selección española cerró la segunda ronda con una derrota (28-29) ante Croacia, en un encuentro que estuvo marcado por la especulación de los croatas, que parecieron no saber hasta el final si querían perder o ganar.

En un partido plagado de suspicacias ante el deseo tanto de españoles como de croatas por evitar un posible enfrentamiento en cuartos de final con Francia, la selección nacional pareció apostar de inicio por la victoria sin importar las posibles consecuencias en las siguiente ronda.

Todo lo contrario que Croacia, que pese a alinear a todas sus estrellas, a diferencia de España que dejó fuera de la convocatoria al lateral Alberto Entrerríos y el pivote Rolando Uríos, pareció plantear el choque como una jornada de «descanso activo». Tan sólo la numerosa presencia de aficionados croatas en las gradas del SAP Arena evitó la desidia absoluta del cuadro balcánico, que poco interesado en la victoria, decidió apostar por el espectáculo para no enfadar a su hinchada. Pases por la espalda, intentos de 'colgadas', un bonito número, en el que jugó un papel estelar el siempre espectacular Mirza Dzomba, pero que no sirvió para ocultar la ausencia sobre la pista de los jugadores que aportan la solidez al equipo de Lino Cervar, hasta ahora el único invicto de toda la competición.

Con el triunfo casi seguro, algo impensable en otras circunstancias ante el equipo balcánico, el conjunto nacional utilizó el encuentro para dar minutos a aquellos jugadores que hasta ahora han gozado de menos oportunidades en el campeonato.

Las victorias de Dinamarca ante la República Checa, 33-29, de la anfitriona Alemania sobre Islandia (33-28), junto con la de Francia sobre Túnez, por tan sólo dos tantos de diferencia, son los resultados más destacados de la última jornada de la segunda fase del Mundial de Balonmano, que tiene en los cruces de Francia ante Croacia, y Alemania-España, los encuentros más atractivos de los cuartos de final.