Rafael Nadal, número dos del mundo, se mostró motivado y esperanzado ante el inicio de la nueva temporada aunque reconoció que, por ahora, el suizo Roger Federer «es inalcanzable», y que la única opción en un futuro «es estar preparado y esperar a que el helvético baje su nivel». «Lo único que hay que hacer para alcanzar el número uno del mundo y a Federer es prepararse. Ahora está a un nivel superior al resto y hay que esperar a ver si en algún momento baja para darle alcance», indicó Nadal, que prevé un descenso en el juego del suizo dentro de dos años. «Federer puede aguantar este nivel un año o dos, pero no toda la carrera. Por la presión a la que está sometido y porque la gente te va apretando cada vez más. Yo soy joven y tengo veinte años. Pero no quiero decir que dentro de tres años le vaya a dar alcance. Para entonces, puedo estar en el número veinte, o quién sabe donde. Pero hay que estar preparado por lo que pueda ocurrir», añadió el mallorquín.

La pretensión del tenista español es mejorar diversos aspectos de su juego. «Voy mejorando el servicio pero tengo que seguir haciéndolo. En tenis o mejoras o te vas para abajo. La derecha que tengo es bastante segura y hay que mantenerla. Siempre hay cosas que mejorar», dijo Nadal, que se fija como objetivo para el 2007 la presencia en la Copa Masters de Shanghai. «Para este año no me conformo con nada. Mi objetivo prioritario es clasificarme para el Masters de Shangai. Estar entre los ocho mejores del mundo. Eso es algo que me planteo cada temporada», apuntó Nadal. «Un deseo personal para el 2007 es que la gente que está cerca de mi les respete la salud. A nivel más general, que terminen los desastres y las guerras lo antes posible aunque sea típico decirlo», señaló el jugador español, que descansa en Manacor de una «temporada larga pero de la que no estoy muy quemado porque en el último tramo de la temporada no he jugado demasiados torneos».

Nadal recordó que el año que termina «arrancó de una manera difícil porque había disputado el mejor año de mi carrera. Había ganado el Masters Series de Madrid y después no podía mover el pie. No tenía claro como salir de esa lesión hasta que se encontró la solución, que fue una plantilla. Empecé la temporada con un mes y medio de retraso y fue de una forma que no hubiera pensado nunca», reconoció. A pesar de las dificultades, el balear conquistó su segundo torneo de Roland Garros. «Después de tres meses sin entrenarme fui a más en París. La final fue increíble. Federer me estaba pegando un repaso pero reaccioné y al final gané el torneo». «Toda la temporada de tierra fue impresionante. Fueron momentos emocionantes para mí. Difíciles por todo lo que había que defender pero tuve la suerte de que todo salió bien», apuntó el manacorí, que subraya especialmente su papel en el torneo de Wimbledon, donde llegó a la final.