Efe|LOGROÑO
El golfista ibicenco Marcos Juan se encuentra en 26ª posición de la clasificación del Campeonato de España de profesionales tras la disputa de la tercera jornada. Juan, que comenzó con una excelente tarjeta el primer día, realizó una mala segunda jornada para mejorar ayer con una y tarjeta de 71 golpes, uno bajo el par del campo.

Con este resultado Juan cuenta con una prestación de dos golpes bajo para en el acumulado de los tres días. En la jornada de ayer el ibicenco realizó tres birdies, hoyos 5, 9 y 11, mientras que firmó dos bogies en los hoyos 4 y 10.

Por lo que se refiere a la lucha por el título el jugador malagueño Carlos Rodiles fue el protagonista de la penúltima jornada del 61 Campeonato de España de golf para profesionales, donde, con diez bajo par en su recorrido, fue el único capaz de mantener una distancia «aceptable» con el líder, su paisano Miguel Angel Jiménez.

Rodiles, de 31 años y profesional desde hace 9, es el número 13 del ránking nacional y demostró una gran progresión en su juego, con una concentración impecable y una sucesión de golpes magistrales que le llevaron a completar el recorrido en 62 golpes, sólo tres por encima de los que ayer logró Jiménez y el segundo mejor resultado que un jugador consigue en todo el campeonato.

Jiménez, por su parte, no necesitaba arriesgar y por eso mantuvo un tono más gris que el de ayer, pero suficiente para acabar la jornada con dos golpes bajo el par y con -18 en el global, con lo que tiene cinco golpes de renta sobre el segundo.

Las actuaciones de los dos malagueños centraron la atención en la tercera jornada de campeonato, en la que el canario Carlos Suneson cedió la segunda plaza con un recorrido en el par del campo e Ignacio Garrido escaló a la octava plaza general gracias a un meritorio menos siete.

En realidad, el Campeonato de España fue ayer, y se mantendrá así hoy, una carrera de Miguel Angel Jiménez contra sí mismo y contra su propia relajación.

La expectación que levantó la actuación del malagueño ayer -es seguido en cada hoyo por decenas de aficionados- hizo, posiblemente, que estuviera menos «fino».