C. Vidal
Los actos oficiales del Trofeo Baleària Ibiza y Formentera comenzaban ayer con la recepción en el Ayuntamiento de Eivissa para dar la bienvenida a los participantes. Ese primer acto fue fallido. El consistorio, con Xico Tarrés, alcalde de Eivissa, y Roque López, concejal de deportes, a la cabeza, esperaba la presencia de cerca de 100 personas y, finalmente, se encontraron con que no asistieron ni una decena de regatistas, por lo que sobró casi toda la comida y bedida preparada para la ocasión. También estaba previsto que comenzase a las 13,00 horas y empezó casi media hora después.

La poca asistencia a la recepción fue por un cúmulo de infortunios. En primer lugar, estaba previsto que la regata de entrenamiento comenzara a las 14,00 horas, por lo que los tripulantes apenas tenían tiempo para desplazarse a Dalt Vila y volver. Los organizadores habían habilitado microbuses para llevar a la gente hacia el Ayuntamiento, pero sólo se apuntaron una decena de personas.

«Es una mal día para sacar a la gente de Botafoc, porque hoy (por ayer) se ha abierto la oficina de regatas y todos tenemos mucho trabajo que hacer. Ofrecimos al Ayuntamiento realizar este acto aquí pero ellos querían hacerlo en Dalt Vila», afirma Esperanza Molina, jefa de prensa del Trofeo Baleària. «Habíamos preparado este acto con mucha ilusión y esperábamos a unas 100 personas. De todas formas, teniendo una regata de entrenamiento era difícil que vinieran al Ayuntamiento en barco», declaró Tarrés.