Promesa hasta el momento, la actuación en Atenas ha servido a Daniel Morillo para confirmarse como una figura del tiro con arco.

Iván Muñoz
Que un deportista de cualquier disciplina deportiva destaque en una competición de superior categoría es siempre reseñable. Pero cuando encima lo hace en todo un Campeonato de Europa alcanza tintes épicos. Historia. Eso es lo que ha conseguido hacer el arquero ibicenco Daniel Morillo en el Campeonato de Europa de tiro con arco al aire libre celebrado en Atenas. A sus 18 años, ha demostrado estar por encima de tiradores de contrastado nivel y superior experiencia consiguiendo nada menos que un cuarto puesto en la competición individual y una medalla de plata por equipos con España. El polaco Piotr Piatek le privó de redondear la hazaña por dos puntos de diferencia en un enfrentamiento por el tercer y cuarto puesto donde el ibicenco estuvo por delante hasta la última ronda. Pero no tener el bronce pegado a su pecho no parece importar demasiado a la joven figura, que se ha ganado el respeto de todo el continente. Quizás porque de su cuello cuelga una de un metal aún más noble: la de plata conseguida con España tras llegar a una final en la que también se quedó a las puertas de la gloria por sólo dos puntos, en esta ocasión ante Bielorrusia.

Con estos resultados más el oro en individuales que ha conseguido la española Almudena Gallardo y el bronce en arco compuesto de José Duo, España ha quedado tercera en el medallero de la máxima competición continental al aire libre, consiguiendo así la mejor actuación de la historia de este evento. Ahora, el próximo reto de los arqueros ibicencos estará en el Campeonato del Mundo júnior al aire libre, que tendrá lugar en México, y para el que han conseguido la clasificación Daniel Morillo, Daniel Torres, Magali Foulon y Beatriz Cabrero. O lo que es lo mismo: el 66 por ciento de los representantes españoles en esta categoría.

Visto el nivel exhibido en la ciudad de la Acropolis, no sería nada raro que la expedición pitiusa volviera cargada de metales, aunque una competición mundial siempre es complicada.