Efe|HIROSHIMA
Serbia y Montenegro, actual campeona del mundo, protagonizó el fiasco de la jornada inaugural del Mundial 2006 con una inesperada derrota ante Nigeria por 75-82, que se suma al batacazo del pasado Europeo de Belgrado 2005, donde no pasó de la primera fase pese a ser la anfitriona y contar con una plantilla plagada de estrellas.

Los serbios volvieron a perder en el partido inaugural de un torneo de elite por segunda vez consecutiva. En el Europeo firmaron una derrota por diecinueve puntos ante España y en Japón no han podido con los africanos.

El alero de los New York Knicks Ime Udoka, con 18 puntos, fue el artífice del triunfo del conjunto africano que había llegado a Japón rodeado de misterio, al no haber disputado ningún partido oficial de preparación.

Si bien, sus jugadores no son ningunos desconocidos. La mayoría ha nacido en Estados Unidos y militan en su liga universitaria y conjunto europeos.

Los D'Tigers, entrenados por el ex jugador de los Celtics de Boston, Sam Vincent, encararon a Serbia y Montenegro con descaro, sin pensar que sus rivales, por tradición, les deberían haber superado con holgura.

Los tiempos han cambiado y el país que alumbró a uno de los grandes del baloncesto, Hakeem Olajuwon, se dispone a dar mucha guerra en el Mundial.

Poco queda también del conjunto que deslumbró hace cuatro años en la cuna del baloncesto y que luego naufragó en el europeo en el que ejerció de anfitrión.

Serbia y Montenegro, que está en Japón invitado por la FIBA al no haberse clasificado por méritos propios, comenzó el partido con una zona con el fin de examinar a su rival.

Dos triples encajados que partieron de Ere y Udoka después de una buena circulación del balón obligaron a Dragan Sakota a ordenar rápidamente una defensa individual.