La modelo saliendo del agua demuestra en bikini que ha recupera el tipo después de tener a su tercer hijo. Reportaje Gráfico: MANOLIN ARTIGAS

Lejos queda ya la imagen de mujer fatal que siempre ha inspirado Mar Flores. Desde que Javier Merino comenzó a formar parte de su vida, la modelo no hace más que demostrar que le gusta estar en familia y compartir tiernos momentos con su marido y sus hijos, que esta vez vuelven a tener al paisaje pitiuso como escenario.

Un verano más, al igual que muchos fines de semana de invierno, otoño y primavera, la modelo ha elegido Eivissa para disfrutar de sus días de vacaciones, y lo hizo metida en un pequeño bikini que deja apreciar lo bien que ha recuperado tipo después de tener a su tercer niño. Mar Flores pasó así una tarde de playa en Formentera dedicada a jugar con Beltrán, el segundo hijo que tiene con su marido, que se suma a Mauro y Carlo, éste último, el mayor de los hijos de la modelo, cuyo padre es el conde italiano Carlo Constanzia Di Castiglioni.

La familia zarpó en un yate desde Eivissa en la tarde del sábado y tiró el ancla en la playa del Tanga para vivir la tarde soleada y calurosa desde tierra. Los baños en el mar y los constantes gestos de cariño fueron la nota destacada tanto de Javier como de Mar, que este verano parecen estar menos marineros que otras temporadas en las que los días a bordo del impresionante velero del empresario parecían interminables.

Aún así, y mientras los cotilleos televisivos remueven el pasado de Mar Flores y el conde Lequio, buscan la polémica y dan trabajo a tertulianos y tertulianas, la modelo parece ajena a cualquier comentario y se deja llevar por los románticos momentos junto a su marido en medio del mar, los ratos cariñosos que le dedica a su pequeño niño, y los ociosos paseos por la playa luciendo palmito.

L.Aversa