Rafael Nadal celebra su triunfo sobre Marcos Baghdatis, ayer en Wimbledon. Foto: HUGO PHILPOTT

Se colocó Manolo Santana en la primera fila del palco de la pista central del All England Club para ver como Rafael Nadal le tomaba el relevo en Wimbledon, cuarenta años después. Porque hace ese tiempo que un tenista español no alcanzaba la final del Grand Slam inglés. Ayer, el jugador de Manacor firmó una nueva actuación sobresaliente, superó con claridad (6-1, 7-5 y 6-3) a Marcos Baghdatis y alcanzó la última ronda del torneo. Mañana domingo, a las 15.00 horas, se jugará el título con Roger Federer. Partidazo.

Ya ha batido tantos récords, que comienza a ser habitual ver el nombre de Rafael Nadal en las principales estadísticas del tenis moderno. Ayer, emanacorí se convirtió en el cuarto jugador más joven de la Era Open que alcanzaba la final en Wimbledon. Sólo Bjorn Borg (1976) y Boris Becker (1985 y 1986) llegaron a la última ronda con menos edad que el mallorquín. Su actuación en el All England Club está siendo espectacular, incluso para él. Habrá que seguir soñando.

Ayer, Rafael Nadal sumó su cuarto partido consecutivo sin ceder el servicio y eliminó a uno de los mejores jugadores de la temporada, Marcos Baghdatis, con relativa comodidad. Porque mientras el chipriota andaba todavía calibrando la magnitud del partido que iba a jugar, el balear ya le había roto el saque y había ganado su primer servicio cediendo únicamente un punto (2-0).