Un grupo de seguidores alemanes festejan el triunfo, ayer, en s'Arenal. Foto: FÉLIX ORDÓÑEZ

España amaneció plagada de sonrisas tras su agónico pero convincente triunfo ante Túnez del pasado lunes. Luis Aragonés ordenó una ligera sesión, dio unas horas de descanso y confirmó que su único pensamiento apunta ya a los octavos de final. A un cruce en el que le espera Suiza, Corea del Sur...o Francia. El seleccionador guardará a sus mejores hombres y reformará el once. Luis cambiará a todo el equipo titular para medirse el próximo viernes a Arabia Saudí. El empate es suficiente para abrazar la primera plaza del grupo y asegurarse su presencia el próximo martes en Hannover a las 21.00 horas. Sólo una goleada de Ucrania ante Túnez y una derrota española frente a Arabía apartaría a La Roja de esa primera posición, que entre otras cosas le permite evitar al anfitrión, Alemania, hasta una hipotética final. Algo es algo.

La resaca del 3-1 a Túnez apuntó a Fernando Torres y Raúl. El primero suma ya tres goles y presenta su candidatura al título de máximo realizador, aunque ayer Klose, que lleva cuatro, le arrebató esa condición. Del segundo, que allanó el camino de la remontada con el gol del empate, Luis cerró el debate: «No hay ningún problema con él. Es un tipo muy listo tanto dentro como fuera del terreno de juego y no voy a hablar ni un minuto más de este tema».

Confirmados los primeros duelos de octavos (Alemania-Suecia, el día 24 en Múnich, e Inglaterra-Ecuador, el 25 en Stuttgart) el Mundial vivirá hoy uno de sus clásicos. Argentina y Holanda, protagonistas de la final de Argentina'78, se miden en un duelo que decidirá el grupo. Antes, México buscará el punto que necesita ante Portugal.