El Real Mallorca ya tiene atada a su pareja galáctica. Maxi López y Juan Arango son el dúo soñado por el presidente Vicenç Grande cuyo objetivo principal, nada más concluir el pasado campeonato, era aumentar el potencial goleador del equipo. La llegada del delantero azulgrana, unida a la capacidad ofensiva del venezolano, hacen que a día de hoy el club rojillo disponga de dos artilleros contrastados y que pueden marcar las diferencias.
A Maxi y Arango se les une la presencia de Víctor Casadesús y también de Leonardo Pisculichi. Sin embargo, la continuidad del argentino no es segura ya que Independiente tiene mucho interés en contratarle y si la oferta, desde el punto de vista económico es buena para el Mallorca, el club afrontará su traspaso. Por este motivo el secretario técnico Nando Pons no da por cerrada ninguna negociación relacionada con otros delanteros como el caso de Riki del Getafe o Nino del Elche.
El fichaje confirmado ayer de Maxi López supuso un fuerte impacto en el grueso de la afición mallorquinista. El argentino, que continúa en Buenos Aires de vacaciones, será presentado a pocos días de iniciar oficialmente la pretemporada y el club, que llevaba más de un año detrás de él, observa con mucha satisfacción cómo la posición más difícil de reforzar está ya atada. Ayer el presidente Grande no escondió su satisfacción por haber cerrado una operación difícil y que supondrá al club un desembolso económico muy importante.
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