C. Vidal
Felipe Vivancos cumplió con su objetivo en el Gran Premio Internacional de Atletismo Ciudad de Aragón, en donde acabó en séptima posición en la final de los 110 metros vallas con un tiempo de 13"70 segundos. La intención del vallista ibicenco era, como reconocía poco antes de la prueba, «simplemente la de probarme. Es mi segunda carrera de la temporada después de un largo periodo sin competición y todavía tengo que mejorar mucho». Vivancos, que arrastraba molestias en un pie en los últimos días, aún está fuera de su mejor forma, todo lo contrario que muchos de sus rivales ayer. Así, el estadounidense Robby Hughes firmó en la final un gran tiempo de 13"24 segundos, lo que supone el récord de la prueba aragonesa. Jackson Quiñónez, su principal referencia en el panorama nacional, también está más entonado que el ibicenco, como demuestran los 13"46 que firmó en la final.

En la primera semifinal, sobre las 18,55 horas, competían los pitiusos Vivancos, en la calle 6, y José Antonio López Serra, en la 7. De los seis corredores, el holandés Marcel Van der Westen se borró de la lista al hacer dos salidas falsas. El tercer pistoletazo fue el bueno y Vivancos llegó a la meta en tercer lugar con un tiempo de 13"85, su mejor marca de la temporada, aunque eso es decir poco teniendo en cuenta que hasta ahora sólo había corrido en Valladolid. En la capital pucelana firmó un pobre registro de 14"15, muy lejos de los 13"47 que acredita como mejor marca personal o de los 13"42 del récord de España. López Serra le siguió en cuarta posición con 14"26, lo que también significa su mejor registro del año, aunque no le sirvió para entrar en la final por tiempos. El triunfo correspondió al estadounidense Aubrey Herring, con 13"34 segundos, mientras que Robby Hughes fue segundo con 13"53. En la segunda semifijnal se clasificaron los cinco primeros, liderados por el británico Andy Turner (13"38), el estadounidense Oliver (13"40) y el citado Quiñónez (13"50).