Ni siquiera un trozo de plátano que se le atravesó en la garganta durante el final del tercer set, ni el gran empeño de su rival fueron suficientes para doblegar la voluntad de Nadal, que obtuvo su 56 victoria consecutiva en tierra batida al imponerse a Mathieu (29), campeón junior de este torneo en el 2000 (venció a Tommy Robredo) por 5-7, 6-4, 6-4 y 6-4 después de cuatro horas y 53 minutos.
No obstante, Nadal tuvo que sufrir demasiado ante un jugador al que había ganado ya en cuatro ocasiones, la última este año en Dubai, sobre pista dura, de 24 años y 32 del mundo, pero que ayer se multiplicó y a punto estuvo de llevar al español al borde de sus fuerzas. El manacorense dejó escapar ocho veces su saque, aunque lo robó en ocho, y eso marcó la diferencia.
La jornada resultó especial además para Alberto Martín que ganó al belga Rochus 7-5, 4-6, 6-7 (5), 6-1 y 6-4, y que se medirá con el francés Julien Bennetau. La jornada la completó el alicantino Rubén Ramírez, que dio la gran sorpresa al eliminar a su paisano, David Ferrer.
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