Mario Avellaneda sabrá la próxima semana si participa en la Copa del Mundo de marcha del próximo 13 y 14 de mayo en A Coruña. El marchador ibicenco está convencido de que se ha ganado su clasificación en la prueba disputada el pasado sábado en Dudince (Eslovaquia), en la que fue segundo. «Hasta el lunes no trasladaré a la Federación la lista de convocados y aún hay que tener en cuenta muchas cosas, por lo que aún no sé si finalmente Avellaneda estará entre los elegidos. El equipo español de 50 kilómetros lo formarán cinco marchadores y, por el momento, sólo García Bragado tiene un puesto fijo», dice Josep Marín, seleccionador español de marcha y entrenador del ibicenco.

Avellaneda, por su parte, no pierde la fe de romper el gafe que le persigue en los últimos años con la selección española y entrar de esta forma en una cita de gran nivel. «Sigo siendo optimista y estoy convencido de que al final estaré en A Coruña. El sábado demostré que lo ocurrido en el Campeonato de España fue un accidente e hice méritos para lograr la clasificación. De los cinco puestos, Bragado va fijo y, seguramente, tras los resultados del nacional, también irán Mikel Odriozola y Alejandro Cambil. Sólo quedan dos plazas y una espero que sea para mí», afirma.

Marín asegura que espera a la prueba que se disputa este sábado en Río Mayor (Portugal) antes de confeccionar la lista definitiva. «Es una competición de 20 kilómetros marcha, por lo que no creo que afecte demasiado a mis posibilidades de entrar en la selección», asegura Avellaneda.