Iván Muñoz
La SD Eivissa logró ayer una nueva victoria en casa. La cuarta consecutiva, racha que unida al empate logrado ante el Atlético Ciutadella en su última salida le permiten mantener un registro de 13 puntos sobre 15 posibles. Los bermellones se están acostumbrando a ganar en su feudo y a pocos sorprende ya que lo hagan, pero ayer hubo una novedad en la forma de hacerlo. Si hasta ahora se basaban en una gran solidez defensiva y en el aprovechamiento de las pocas ocasiones de gol que lograban crear, ayer le dieron la vuelta a la tortilla para mostrar su cara más ofensiva. No es que hasta ahora los de Carlos Simón renunciaran al ataque, pero ayer contaron con una frescura que hasta el momento no tenían. Quizás gran parte de culpa la tengan Donoso, Javi Hernández y Yeyo, no sólo por ser buenos jugadores sino por permitir que el entrenador pueda tener alternativas y situar a cada uno en su sitio sin estar obligado a adoptar soluciones de urgencia.

El Eivissa buscó el gol desde el primer minuto y sólo tuvieron que pasar dos para que lo encontrara. Fue gracias a un cabezazo de Víctor Langreo tras una falta botada desde la banda por Pepe. Sorprendente, pero aún lo era más que el equipo continuara tocando en vertical y desbordando por bandas con facilidad para poner al Felanitx en apuros. El dominio terminó por concretarse cuando Donoso se cambió de pierna un balón que Yeyo le había enviado al área pequeña para batir con frialdad a Xavi.

Parecía el final del partido, pero en realidad era el comienzo de diez minutos eléctricos. Al instante, Germán cabeceaba por encima de un despistado Vicente un esférico bombeado al área. Y poco después, tras otra oportunidad de Donoso, el Felanitx montaba una contra que Óscar culminaría con un soberbio tiro desde larga distancia ante el que el portero poco pudo hacer.

Daba la impresión de que con el empate el encuentro empezaba de nuevo. Y tanto, porque la historia se repetía al adelantarse los locales pasado justo el tiempo que habían tardado en hacerlo la primera vez. En esta ocasión fue Joaquín quien batió a Xavi de tiro raso y cruzado tras pase de Sergio, poniendo así en el marcador un 3-2 que daba tranquilidad al equipo a la vez que evitaba que el Felanitx se creciera.

Tras el descanso, lejos de dedicarse a defender, los locales siguieron buscando la portería contraria. Sergio y Javi Hernández hicieron sonar los palos en dos de las muchas ocasiones de una segunda parte que invitó a soñar a Can Misses.