Tino y Guarte celebran el primer gol de la Peña ante el Montuïri. Foto: MARCO TORRES

Dos genialidades de Guarte, un jugador tan brillante como intermitente, dieron el primer triunfo del año a la Peña Deportiva ante un Montuïri que vendió muy cara su derrota. El extremo andaluz firmó una gran jugada en el primer tanto, dejando el gol en bandeja a Tino en el minuto 15, y consiguió todo un golazo desde fuera del área en el minuto 75 para dejar visto para sentencia el encuentro.

Pero el de Guarte no fue el único nombre propio del partido. Roberto, guardameta de la Peña, y Josete, delantero del Montuïri, también tuvieron su cuota de protagonismo. El portero prácticamente lo paró todo y demostró a las claras por qué es el segundo menos batido de la categoría con 12 goles en 19 partidos. Josete, por su parte, fue el jugador más desequilibrante del conjunto mallorquín y deslumbró a propios y a extraños con sus regates y detalles de calidad técnica.

Paco Marín tuvo que variar su esquema debido a la importante baja por sanción del central Vallori. Salazar se colocó en el centro de la defensa formando pareja con Villodre y Rueda entró en el centro del campo. La defensa, no obstante, no perdió su solidez habitual, aunque sí tuvo menos presencia en el juego aéreo. Otra cosa diferente es el ataque. A la Peña le sigue costando horrores anotar un gol y sólo los destellos de Guarte marcaron las diferencias, con Àngel perdido en la punta de ataque. Las primeras ocasiones fueron para el Montuïri, aunque fueron los ibicencos los que se adelantaron en el marcador Guarte se fue de dos contrarios en la banda izquierda y centró al segundo palo para que Tino rematara a placer en el minuto 15. El resto de la primera parte fue de dominio visitante, que dispuso de dos nuevas ocasiones por mediación de José y Josete, pero que Roberto despejó con solvencia.

En el segundo tiempo la Peña creó mucho peligro en jugadas al contragolpe, aunque Tino, primero, y Guarte, después, desaprovecharon dos claras ocasiones en los primeros quince minutos. Más acertado estuvo después el propio Guarte, quien, en el minuto 75, recogió un balón fuera del área y, sin pensárselo dos veces, disparó a puerta. El balón se coló como un obús por la escuadra de la portería visitante, sin que Víctor Hugo pudiera hacer nada para evitar el gol. Dos minutos después llegó la respuesta de Josete, pero su disparo de falta lo despejó de forma casi milagrosa Roberto en una gran intervención. No hubo más jugadas de peligro y los tres puntos se quedaron en casa.