El formenterés Xicu Ferrer y Toni Manresa dieron un notable salto
ayer en la clasificación del Lisboa - Dakar tras completar la
octava etapa. En primer lugar, porque la organización aplicó los
tiempos correspondientes a cada equipo después de que en la jornada
anterior se diera provisionalmente el mismo a todos los coches que
quedaron dentro de una gran duna. Después, porque lograron
completar con solvencia el trazado, terminando en 74ª lugar.
En un día más que complicado para casi todos, aunque
principalmente para Carlos Sáinz. El bicampeón mundial de rallys,
que el viernes había descendido a la quinta plaza tras haber
mandado en la general desde el principio, dijo adiós a todas sus
opciones por culpa de una avería en su Volkswagen tras chocar con
una piedra al inicio de la jornada (km.26). Sáinz tuvo que esperar
demasiado tiempo a que su vehículo fuera reparado para volver a
emprender la marcha en el que, por ahora, ha sido el día más duro
de su primera experiencia en el Dakar. El triunfo fue para el
Thierry Magnaldi.
Marc Coma (KTM), campeón del mundo de raids, volvió a demostrar
su objetivo de hacerse con su primera victoria en el Dakar al
defender el liderato en la infernal octava etapa, disputada entre
Atar y Nuakchot con 508 de especial, en tanto de Carlos Sáinz
(Volkswagen) sufrió los sinsabores del desierto y tras chocar con
una piedra aún no ha terminado. Coma, pese a los problemas de
navegación, supo capear el temporal y acabar el quinto de la etapa,
a 8:02 del francés David Casteu, el sorprendente ganador del día ya
que además de ayudar a su compañero Cyril Despres lo adornó con el
triunfo parcial. Coma manda ahora con 6:23 sobre el también español
Isidro Esteve (KTM), cuarto en esta jornada en la que recortó poco
más de un minuto de desventaja respecto a su ex compañero de
equipo, a quien se le rompió el 'road-book' y tuvo que seguir las
huellas.
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