REAL MADRID (11+22+25+21): Rakocevic (16), Bullock (5), Gelabale
(6), Hervelle (13), Reyes (14) -cinco inicial-, Hamilton (2), Sonko
(3), Hernández Sonseca (), Tomas (18), Sinanovic (2).
ESTUDIANTES (17+21+17+6): Azofra (0), Jasen (6), Jiménez (8),
Iturbe (11), Bueno (14) -cinco inicial-, Miso (0), Rodríguez (6),
McDonald (14) y Suárez (2).
Arbitros: Arteaga, Conde y Ortega. Excluyeron por personales a
Azofra (m. 35).
Incidencias: Encuentro disputado en el Palacio Vistalegre ante
unos 12.600 espectadores.
Efe
El primer derbi madrileño oficial de la temporada en curso duró
diez minutos más de lo que necesitaba el Estudiantes, que cayó sin
remedio en el último cuarto de partido frente a un Real Madrid
constante, serio y sin confianzas.
El técnico estudiantil, Juan Antonio Orenga, puso en cancha un
cinco inicial muy experimentado y guardó la tremenda juventud que
tiene en el banco (Sergio Rodríguez, Carlos Suárez, ....) para
mejor ocasión. Los más curtidos de entre los colegiales plantaron
cara a un Madrid que, lejos de frotarse las manos pensando que
recibía a uno de los colistas, recordó que enfrente estaba el
Estudiantes y que, en ese caso, siempre hay que sudar para ganar.
Hizo bien el Madrid. Al final del tercer cuarto el marcador
señalaba tablas (54-54 m.29) y el Estudiantes no parecía, ni mucho
menos, un desheredado. Había partido y de los difíciles.
En ese momento el Estudiantes encajó un parcial de 14-0 en los
cinco primeros minutos del tramo. La zona del Madrid le destrozó.
Le sacó de un partido en el que estaba dando la vida, en el que
estaba sintiéndose como el equipo que verdaderamente es, en el que
buscaba un empujón moral. La constancia madridista le pasó por
encima.
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