Deportivo 3
Real Madrid 1

DEPORTIVO: Molina (**); Manuel Pablo (**), Coloccini (**), Juanma (***), Capdevila (**); De Guzmán (**), Duscher (**), Scaloni (**), Munitis (**); Valerón (**) y Tristán (**).
Cambios: Rubén (-) por Tristán, Sergio (-) por Valerón y César (*) por Coloccini.

REAL MADRID: Casillas (*); Diogo (*), Woodgate (*), Sergio Ramos (*), Roberto Carlos (*); Beckham (-), Helguera (*), Pablo García (*), Guti (*); Raúl (*) y Robinho (*).
Cambios: Soldado (*) por Pablo García y Balboa (*) por Beckham.

Àrbitro:Fernández Borbalán (Comité andaluz). Mostró tarjeta amarilla a Capdevila (m.33), Duscher (m.52), César (m.75) por el Deportivo de La Coruña; y a Diogo (m.31), Roberto Carlos (m.61), Helguera (m.70) por el Real Madrid.

Goles:
1-0, minuto 35, De Guzmán.
2-0, minuto 45, Juanma.
3-0, minuto 84, Juanma.
3-1, minuto 86, Raúl.

Javier Villanueva|A CORUÑA

El Real Madrid volvió naufragar, como ya es costumbre, en su visita a Riazor, donde no vence desde hace catorce años, y cayó por 3-0 ante el Deportivo de La Coruña, en un encuentro en el que los madrileños evidenciaron alarmantes carencias en todas las facetas de juego. A nadie le extrañó que el conjunto madridista se marchara al descanso por debajo en el marcador, gracias, primero, a un zurdazo del canadiense Julián De Guzmán, uno de los jugadores menos dotados sobre el campo, que puso el 1-0 a los treinta y cinco minutos de juego.

Y, posteriormente, a un cabezazo del central Juanma, que completamente solo, en un claro despiste defensivo, puso el 2-0 a los cuarenta y cinco minutos, a salida de un saque de esquina botado por Munitis. No habían transcurrido ni seis minutos, cuando ya, como viene siendo habitual, los madrileños habían concedido tres peligrosos centros al área, en el primero de los cuales Valerón lo tuvo todo para marcar.

Incluso un penalti pudo achacársele en el debe del Real Madrid, pero el colegiado Fernández Borbalán decidió no castigar el enganchón de Diogo a Valerón. El conjunto de Luxemburgo se vio condenado a seguir sufriendo infinitos problemas para sacar jugado el balón, mientras que se convertía casi en una quimera la conexión con los delanteros, ante un Deportivo cada vez más envalentonado por el marcador, que adelantó todavía un poco más la línea de presión.

Ni tan siquiera apareció el siempre competitivo Raúl, aburrido de correr arriba y abajo en busca de un balón, que nunca llegó. Todo lo contrario que el Deportivo, y sobre todo Juanma, que enmendó todas las dudas. El gol de Raúl no fue suficiente.