Fernando Alonso (Renault) está a un paso de proclamarse el primer campeón del mundo de Fórmula Uno español y el más joven de toda la historia. Mañana mismo podría firmar la proeza, en el Gran Premio de Brasil, siempre y cuando el finlandés Kimi Raikkonen (McLaren Mercedes) no logre sumar cinco puntos más que él. «Sé que (el título) está cerca, pero sé que lejos, también. Falta conseguir seis puntos, que es un podio. Y aunque ahora un podio parezca un objetivo fácil, nunca lo fue. Siempre salimos a buscar el podio. Unas veces se consigue y otras no. Y sé que esta vez va a ser algo parecido: si todo sale bien, lo puedo conseguir; y si todo sale mal, no. Eso es lo que más me preocupa ahora, más que el hecho de pensar que estoy tan cerca», asegura el piloto asturiano.

Alonso reconoce no tener nervios en las horas previas a la cita brasileña. «No estoy nervioso. Tampoco me tomo esta carrera como la última. Sé que faltan tres. Si hago tres séptimos, lo gano igual. Por tanto, me lo tomó así. Aunque en el ambiente parece como si ésta fuese la última carrera. Que tengo que hacer podio por narices», admite. También asegura que, en caso de ganar el título, será más apoteósico con Michael Schumacher en pista. «Ha sido el mejor de la historia y si se hubiera retirado ya, hubiera sido como cuando se retiró (Lance) Armstrong. Cuando alguien gane el año que viene el Tour, parecerá que lo ha ganado porque no está el otro. Si hubiera pasado eso en la Fórmula Uno, hubiese tenido menos mérito. Por eso, este año, en el que tenemos posibilidades tanto Kimi (Raikkonen) como yo, va a tener más valor el título», añade Alonso.

Ayer fue el turno de la sesión de entrenamientos libres del Gran Premio de Brasil. En la primera, Alonso marcó el tercer mejor tiempo, aunque fue undécimo en la segunda sesión. El austríaco Alex Wurz, probador de McLaren Mercedes, fue el más rápido en las dos mangas.