3 PEÑA DEPORTIVA: Torbes (H), Alfonso (H), Vallori (HH), Villodre (H), Borja (H), Raúl (HH), Cruz (H), Íñigo (HH), Emilio (H), Edu López (H) y Meca (H)
Cambios: Víctor (H) por Vallori, Salazar (H) por Cruz y Espadas (H) por Meca.
1 VILAFRANCA: Reina (H), Guillermo (H), Juanma (H), Julià (H), Miranda (H), Marcos (H), Tomàs (H), Toñito (H), Aguado (H), Suau (H) y Manolo (HH)
Cambios: Ramón (H) por Tomàs y Nacho (H) por Guillermo.
Àrbitro: Nadal Riera (H). Expulsó con tarjeta roja directa a Julián (minuto 43) y Edu López (minuto 93). Mostró tarjeta amarilla a Cruz, Emilio, Borja, Aguado, Toñito, Guillermo, Suau y Ramón.
Goles:
1-0, minuto 2, Raúl.
2-0, minuto 8, Villodre.
2-1, minuto 49, Manolo.
3-1, minuto 93, Espadas.

Carlos Vidal
Una tangana en el último minuto del partido, tras el gol de Espadas que significaba la sentencia del choque, puso el triste colofón a un encuentro caliente desde el primer minuto y que se saldó con una importante victoria de la Peña. A lo largo de los 90 minutos de juego hubo varios piques entre los jugadores de ambos equipos: Raúl con Miranda, Meca con Julià, que supuso la expulsión del capitán visitante, Cruz con Tomás o Íñigo y Edu López con Aguado. Toda esa tensión explotó en el minuto 93, cuando Espadas puso el 3-1 en el marcador y el guardameta visitante Reina fue a agredir a Edu López. Los jugadores de ambos equipos se enzarzaron en una tangana que, por suerte, no tuvo demasiadas consecuencias negativas para la Peña, que era el que más tenía que perder. Paradójicamente, el agredido, Edu López, fue expulsado por, según el colegiado, «ir a provocar». Un nuevo misterio de los arbitrajes de Tercera... La Peña tuvo un inicio de encuentro fulgurante. Dos goles en apenas ocho minutos de Raúl y Villodre, aprovechando sendos errores en defensa del conjunto mallorquín, permitieron a los locales mandar en el partido con una relativa comodidad. Las cosas se pusieron incluso mejor para los de casa en el minuto 43. Una agresión de Julià sobre Meca en el centro del campo, con el árbitro asistente como testigo, dejó al Vilafranca en inferioridad numérica y con escasas opciones de darle la vuelta al partido.

Parecía que la segunda parte iba a ser bastante plácida para el conjunto de Santa Eulària. Fue todo lo contrario. La Peña se complicó las cosas en el minuto 49, en una acción de verdadera mala fortuna para los ibicencos. Vallori se resintió de una lesión en el muslo derecho y, cojeando ostensiblemente, pidió el cambio. El banquillo local tardó en reaccionar y los visitantes,mientras tanto, armaron una contra que acabó con el balón en el fondo de la red a disparo de Manolo Moya. Los locales intentaron reaccionar pero, inexplicablemente, jugaron peor contra diez que contra once. El Vilafranca, por su parte, se creció y, aunque no dio demasiada sensación de peligro y sólo Manolo Moya tuvo en jaque a la defensa local, pasó a dominar el encuentro ante una Peña que no se sintió cómoda en el campo en estos segundos 45 minutos. De todas formas, y tras un remate de cabeza de Víctor que salió desviado por poco en el minuto 80, el equipo ibicenco volvió a demostrar su efectividad cara al gol. Espadas, que había salido en el minuto 85 en sustitución de un desangelado Meca, culminó un rápido contragolpe para sentenciar el choque.

Los incidentes posteriores, con una tangana que buscó y consiguió el conjunto mallorquín, aunque lamentables no empañan la victoria de la Peña que, después de sumar tres triunfos consecutivos, vuelve a engancharse al tren del ascenso. Quizá su juego en estas últimas jornadas no levanta pasiones, pero ya está quinto a sólo un punto de las plazas de 'play off'. Carlos Simón volvió a introducir varios cambios en el once. El técnico rehizo toda la banda izquierda por la sanción de Maline, retrasando a Borja al lateral zurdo y colocando a Emilio como interior. También entró en el once Cruz, aunque el cambio más polémico fue el de Torres por Jordi, que había sido titular en las dos últimas victorias, en la portería. «Al principio hacía mucho viento y pensamos que, en esas condiciones, nos venía mejor Torres», afirmó Carlos Simón, una explicación que no fue satisfactoria para Jordi.