El mundial fue toda una exhibición de los españoles. Una
auténtica locomotora conducida por Astarloa, Valverde, Luis Pérez,
Mancebo y el rematador Óscar Freire, que cuajó un final apoteósico.
Españoles e italianos, que jugaban en casa, llevaron la carrera
para jugarse la victoria a una carta, en la vuelta final de las 18
que tuvieron que dar a un circuito duro y selectivo de 14'750
kilómetros para completar los 265'5 de la prueba. Freire batió al
alemán Erik Zabel en el esprint y paró el cronómetro en 6 horas, 57
minutos y 15 segundos, el mismo tiempo que Zabel y el italiano Luca
Paolini. La carrera, que congregó a 198 corredores de 38 naciones,
tuvo un comienzo muy lento y un discurso aburrido durante muchos
kilómetros.
El gran animador del primer tercio del mundial fue el francés
Christophe Le Mevel, que se marchó poco después del banderazo de
salida y pedaleó en solitario casi 150 kilómetros, los últimos en
compañía del ruso Vladimir Efimkin. Españoles e italianos no
permitieron que Le Mevel consiguiera más de cuatro minutos de
ventaja. Eran dos carreras en una, pues Francia, uno de los países
con más tradicionales en el ciclismo pero sin un líder sólido buscó
el protagonismo con Le Mevel; mientras que el pelotón se movía al
ritmo que marcaban los españoles y los italianos.
Fue al comienzo de la undécima vuelta, hacia el kilómetro 162,
cuando el mundial sufrió un sobresalto: el italiano Paolo Bettini
sufrió una avería mecánica y con las prisas por arreglar ese
percance se golpeó la rodilla derecha con el coche de asistencia y
tuvo que abandonar. El porrazo creó el desconcierto en el grupo de
candidatos al podio -Freire, Astarloa, Valverde, Vinokourov,
Boogerd, Popovych, Boonen y Van Petengem-, mientras que otros
corredores con menos nombre decidieron jugar sus bazas como fue el
caso del polaco Huzarski, el holandés Moerenhout, el danés Hoj, el
francés Calzati y el suizo Zampieri. El quinteto acaparó el
protagonismo durante un par de vueltas, hasta que las selecciones
fuertes, especialmente España, comenzaron a descubrir sus cartas al
endurecer la prueba. En el tramo final, una vez que los italianos
se habían recuperado del varapalo que supuso la baja de Bettini,
volvió el mano a mano entre Italia y España. En las dos últimas
vueltas dio la impresión de que era una especie de contrarreloj
olímpica. España estuvo a punto de repetir el doblete del pasado
año, pues el subcampeón en Hamilton 03 Alejandro Valverde, intentó
entrar entre los mejores, pero acabó sexto.
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