Pedrosa y Elías protagonizaron una lucha de poder a poder que al
final se decantó del lado del piloto de Movistar, muy a disgusto de
Elías, quien cargó las tintas sobre el reglamento técnico que no
limita el peso mínimo en esta cilindrada y por esa razón considera
que beneficia al campeón mundial de 125 c.c., que según el de
Manresa pesa 13 kilos menos que él «y eso se nota, y mucho. Hoy
-por ayer- se ha podido ver claramente».
Lo cierto es que desde el principio en la prueba del cuarto de
litro ambos pilotos se perfilaron como los únicos candidatos a la
victoria, dejando atrás a todos sus rivales, algunos de los cuales
pagaron cara su osadía de intentar mantener el rebufo, como fue el
caso del francés Randy de Puniet (Aprilia), que acabó por los
suelos y sólo pudo regresar a la pista para ser undécimo.
Esa circunstancia, unida a la victoria de Daniel Pedrosa, le
coloca en la clasificación provisional del mundial con 47 puntos de
ventaja, prácticamente dos grandes premios completos, cuando
escasamente quedan cuatro por disputarse.
Y si Pedrosa y Elías destacaron en su lucha por la victoria el
castellonense Alex Debón lo hizo en su lucha por colocar la Honda
de la escudería BQR en la novena posición, pero en la última vuelta
a punto estuvo de quedarse sin gasolina y tuvo que conformarse con
la décima plaza.
Siempre mejor que lo que le sucedió a Fonsi González Nieto
(Aprilia), quien no levanta cabeza y después de perder muchas
posiciones acabó entrando en boxes con problemas mecánicos.
Los entrenamientos habían puesto en evidencia las posibilidades
de Héctor Barberá (Aprilia) y Lorenzo de despuntar en los 125 c.c.,
pero el parón que se produjo al sufrir una fuerte caída dos pilotos
en la recta de meta, que obligó a enseñar bandera roja, les cortó
de raíz todas sus aspiraciones.
Como si del punto de partida de todos sus problemas se hubiese
tratado, tanto Barberá como Lorenzo tuvieron dificultades mecánicas
para regresar a la pista con la misma moto, tuvieron que cambiar,
el primero al entrarle una pequeña piedra en el carburador y el
segundo al no lograr arrancar su moto, por lo que al salir con la
segunda unidad, que no estaba en perfectas condiciones y el hecho
de hacerlo en última posición, al encontrarse el «pit lane»
cerrado, fue suficiente para dar al traste con todas sus
aspiraciones.
Barberá ni siquiera pudo acabar la carrera, por lo cual todo el
terreno que había recuperado en Portugal frente al italiano Andrea
Dovizioso (Honda) lo perdió de nuevo y Jorge Lorenzo se rehizo como
pudo y remontó para concluir séptimo, que como mal menor no dejó de
ser un buen resultado para el mallorquín.
Mucho peor fueron las cosas en MotoGP. Sete Gibernau (Movistar
Honda RC 211 V) no pudo enmendar la situación de entrenamientos y
si no llega ha ser por la caída inicial de seis pilotos no habría
entrado ni entre los diez primeros, por lo que la sexta posición
fue casi un regalo del cielo, aunque su rival y líder del mundial,
el italiano Valentino Rossi (Yamaha YZR M 1), con su segunda
posición ganó más puntos que si hubiesen hecho primero y
segundo.
Daniel Pedrosa reconoció que había sido «una carrera durísima
desde el principio con Toni Elías y a la vez un triunfo muy
importante por varios motivos». «El fin de semana en Japón empezó
con muchos problemas por la fuerte caída que sufrí y de la que he
podido reponerme y también porque para Honda era muy importante
conseguir la victoria aquí», afirmó el piloto catalán.
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