La suerte no sonrió al Portmany, que perdió en su estreno liguero
en el campo municipal de Sant Antoni gracias a dos penaltis en
contra, el segundo de ellos muy discutible. El Campos, casi sin
quererlo, y seguramente sin merecerlo, se llevó los tres puntos en
un duelo de recién ascendidos bastante descafeinado y en el que se
premió más el juego rácano del conjunto visitante que el más
preciosista del equipo de casa. Que el Campos venía a Sant Antoni a
encerrarse en su área era algo que se podía prever desde un
principio. No obstante, el Portmany no encontró huecos en la
poblada defensa visitante y en el primer tiempo dio una lección de
impotencia ofensiva. Sólo dispuso de dos ocasiones. Un centro chut
de Javi en el minuto 20 que se envenenó y estuvo a punto de
sorprender a Bernat y un fuerte disparo dentro del área de Yáñez
que el meta visitante atajó en el minuto 40 fue el escaso balance
atacante del conjunto local.
No es que el Campos lo había hecho mejor pero, casi de rebote,
se vio por delante en el marcador en el minuto 42. El veterano
delantero Vidal marcó de penalti después de unas manos dentro del
área de Esteban en la primera ocasión clara de peligro de los
mallorquines, que demostraron una plena efectividad con el marco
contrario. Con un gol en contra y un hombre menos por la expulsión
del defensa, al Portmany le tocaba sufrir en la segunda parte. Tras
el descanso, Robert movió banquillo para dar salida a Nacho y Liñán
por los tocados Javi y Santa, éste último hasta entonces uno de los
mejores de su equipo. Poco después hubo otro de los debuts
deseados, el de Julián Marcos. Pocos segundos después de saltar al
campo, llegó el gol del 1-1 y de la ilusión local. Liñán, en el
minuto 66, remató en plancha un precioso centro por la izquierda de
Yáñez. Desde entonces, las ocasiones se sucedieron para los de casa
en los que fueron los mejores minutos del Portmany. Julián Marcos,
en el minuto 79, casi marca de espectacular chilena, algo que
hubiese hecho estallar la grada. Yáñez y Suso, a continuación,
tuvieron otras dos claras oportunidades para marcar. Pero fue el
Campos, que en la segunda parte no había hecho más que defenderse y
que apenas pisó el área local, el que se llevó el gato al agua. El
colegiado Rodríguez Torres señaló un inexplicable penalti por
presunto derribo de Nacho a Vidal en el minuto 86 y el delantero no
falló, logrando su segundo gol de pena máxima. El Portmany mereció
mejor suerte, pero a veces el fútbol es así de ingrato.
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