Albert Orfila/Efe
Se acabó. Samuel Etoo jugará en el Barça. El interminable serial veraniego ha llegado a su fin. La insistencia del futbolista en vestir la zamarra azulgrana y la última intervención de Joan Laporta, que ayer elevó su oferta económica hasta los 24 millones de euros, han determinado el final de la historia. Etoo, que probablemente mañana será presentado en el Nou Camp, firmará con el Barcelona un contrato de cinco años de duración y su ficha será astronómica: 3 millones netos por temporada más primas por objetivos.
Hasta último momento y pendiente aún de la firma definitiva, el nombre de Etoo se ha movido entre la entidad barcelonista y la madridista, inmerso además en operaciones tangenciales que le enviaban a destinos tan exóticos como Liverpool.
El Real Madrid se negaba a dar vía libre al fichaje del camerunés por el Barcelona, porque Florentino Pérez, el presidente blanco se había comprometido a ello durante los recientes comicios en los que salió reelegido. Pérez habría aflojado finalmente, gracias al «Juego Limpio» que preside su relación con su homólogo barcelonista, Joan Laporta, pero también a los millones que invierte el club azulgrana y que le obligarían a un dispendio sin beneficio deportivo, porque Samuel Etoo no tendría plaza de extranjero en la plantilla, al menos por lo que a la Liga española se refiere.
Sin que todavía tenga día y hora la presentación del jugador como nuevo fichaje del Barcelona, el secretario técnico catalán, Aitor «Txiki» Begiristain, ya pronuncia la palabra «mañana» como la del posible cierre de la operación.
El secretario técnico azulgrana estuvo en la reunión que tuvo lugar en las oficinas del Camp Nou con presencia de Josep Maria Mesalles, el agente de Samuel Etoo, además de Joan Laporta e, incluso, el abogado del club, Toni Freixa.
La presencia de Freixa responde al redactado definitivo del contrato que Etoo firmaría con el Barcelona, lo que pone todavía más cerca el último capítulo de esta historia.
Begiristain se erigió en portavoz de la directiva, por delegación de Joan Laporta, y confirmó ese pacto con el Real Madrid al hablar también de «buena voluntad por las tres partes».
El secretario técnico azulgrana tuvo incluso que moderarse para no ir más allá de lo que marcaba la prudencia antes de la firma definitiva y estableció el límite al negarse a desvelar el número de temporadas acordadas con el delantero camerunés.
Para que se desencallase la operación, Joan Laporta tuvo que conversar personalmente, aunque vía telefónica, con sus homólogos de Real Madrid y Mallorca, Florentino Pérez y Mateo Alemany, con lo que el pacto se selló en las más altas esferas. Todo parece cuestión de horas y, en las oficinas del Barcelona, se hacen ya cábalas sobre el número de extracomunitarios en el equipo.
Sorprendentemente, el más prudente al término de la reunión fue el menos previsible, el agente del jugador, que lejos de presionar más, quizá por saber que el acuerdo había llegado por la vía del diálogo, dejó todavía la operación en manos del Mallorca.