En una etapa movida desde el principio, con Virenque en todas las
escapadas, fiel a su estilo, la clave estuvo en el Col de
L'Echarasson (1a), donde Ullrich se marchó del grupo de los
favoritos en un ataque en pleno ascenso. Armstrong, siempre
arropado por Landis y Azevedo, ni se inmutó. Dejó hacer al alemán,
sin perderlo de vista, claro.
La ambición del americano es ilimitada y pretende ganar por K.O
su sexto Tour. El magisterio mostrado en los Pirineos tuvo su
continuidad en la primera jornada alpina, donde llegó al último
kilómetro en un grupo de cinco con Basso, Ullrich, Klöden y
Leipheimer. El italiano del CSC lanzó el primer asalto, en busca de
una sorpresa, y la respuesta del «boss» fue demoledora. Arrancó a
200 metros de meta y ahí se presentó agitando los brazos con
auténtica rabia con un tiempo de 4:40.30. «Ha sido emocionante»,
dijo.
Era su tercera victoria de etapa en el presente Tour después de
la cronometrada por equipos de Arras y la del Plateau de Beille, y
la decimonovena de su palmarés. Para ello tuvo que superar al
esprint al único opositor, Ivan Basso, que aún se atreve a tratar
de tú al jefe del pelotón. El italiano firmó la segunda plaza con
el mismo tiempo.
Tercero, a 3 segundos, fue Ullrich, quien se atrevió a atacar en
los puertos sin éxito, y la cuarta para el campeón de Alemania
Andreas Klöden a seis. El primer español, Carlos Sastre entró
décimo, a 1:24, después de efectuar un gran trabajo para su jefe de
filas del CSC. Peor le trató la etapa al campeón de España, Paco
Mancebo, quien perdió 2:13, pero ante el hundimiento del anterior
líder Thomas Voeckler, ganó un puesto en la general y ahora es
cuarto. Karpets volvió a cumplir.
Armstrong aún tuvo un pequeño premio en concepto de
bonificación, aunque esa no era su guerra. El texano afrontará la
cronoescalada del Alpe D'Huez con una renta de 1:25 sobre Basso,
«un gran rival, en gran forma y al que habrá que controlar», según
comentó el líder del US Postal. Más lejos tiene a Klöden, tercero a
3:22 y a Paco Mancebo a continuación a 5:39.
La primera etapa en los Alpes empezó con otro revés para el
ciclismo español con la retirada de Iban Mayo, del Euskaltel, sexto
el año pasado y vencedor en Alpe D'Huez, noticia que no sorprendió
a nadie vistas las bajas prestaciones del ciclista de Igorre en
Pirineos. Luego llegó el retraso de 23.49 de Roberto Heras y el
alejamiento del podio de Mancebo respecto al que será su rival
directo, el alemán Kloeden.
En el descenso se formó la alianza entre el US Postal y el CSC
de Basso, quien puso a tirar en la persecución a Voigt, en un
descenso escalofriante. En el kilómetro 153 Ullrich ya estaba con
la compañía de 10 corredores.
En el Col de Chalimont, a 17 kilómetros de meta, el US Postal
devuelve el favor y hace la subida. Son alcanzados Virenque y el
danés Rasmussen, que marchaban solos en cabeza de carrera. Con la
carrera controlada, faltaba dilucidar la etapa en la última subida,
de 2'3 kilómetros. Sastre se dejó sus opciones trabajando para
Basso. Precisamente el vencedor en La Mongie apostó todo a un
número y se quitó a varios candidatos, pero su compañero en los
finales de etapa no era otro que Armstrong, el mejor.
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