César Toldrá|LISBOA
Las selecciones de Grecia y la República Checa se citan en el estadio del Dragón de Oporto para decidir cual de los dos accede a la final de la Eurocopa, en un duelo en el que se enfrentan la sorpresa de la competición, el conjunto heleno, con la auténtica sensación del torneo, el equipo de Karel Bruckner.

Todas las apuestas sitúan al equipo checo en la final, después de que los números los coloquen como mejor equipo de la Eurocopa, si bien los griegos presentan en su currículum haber tumbado a Portugal y Francia, además de haber ocupado la plaza, en principio destinada a España, en la primera fase.

De hecho, Karel Bruckner, técnico checo, ha rehuido con insistencia de cualquier posibilidad que les cuelgue el cartel de favorito y se remite a la condición de verdugo de los de Otto Rehhagel de selecciones como Portugal y Francia para evitar que se de por hecho que será su equipo el que jugará la final del 4 de julio.

Los griegos si que han apuntado directamente a los checos como claros favoritos. «La República Checa es favorita para llegar a la final y no se puede discutir sobre eso. Lo dice todo el mundo. Nadie juega tan bien como ellos», dijo al respecto Otto Rehhagel.

Rehhagel sabe que ante las características de ambos equipos, Grecia deberá aprovechar alguna de las pocas oportunidades que tenga para marcar y que ante la República Checa, más que nunca, el entramado defensivo deberá funcionar mejor que nunca para evitar caer en uno esos momentos de inspiración ofensiva que tiene el equipo de Bruckner en cada partido.

Si en calidad la República Checa sale favorecida en una comparativa, un factor que jugará a favor del equipo del alemán Otto Rehhagel es que el combinado griego ya tiene los deberes hechos con matrícula de honor. De hecho, el fútbol griego vive el mejor momento de su historia.

En su segunda participación en una Eurocopa, nadie apostaba por el pase a cuartos de final de Grecia, por lo que estar ya en una semifinal es un logro de magnitudes importante en su país. Esa tranquilidad puede aportar una tranquilidad en su juego que le de como premio la final.

El partido deparará un duelo interesante entre el delantero Milan Baros, máximo goleador del torneo hasta los cuartos de final con cinco goles, y el defensa Traianos Dellas, uno de los mejores centrales del campeonato.

Para afrontar este choque, Rehhagel recupera al atacante Zisis Vryzas, que se perdió los cuartos de final por sanción, y al centrocampista Stelios Giannakopoulos, que se perdió los dos anteriores partidos por lesión. Ambos jugadores tienen muchas posibilidades de ser titulares.

Mientras, el defensa checo Jiranek no se ha recuperado de la lesión sufrida el lunes ante Dinamarca y es la única baja que presenta la formación de Bruckner.