La ambición por volver a ser el número uno del mundo ha llevado de nuevo a Carlos Moyà a Wimbledon. El tenista mallorquín regresa a la hierba, una superficie que históricamente le es esquiva, para tratar de exprimir sus opciones y, así, escalar otra vez a lo más alto de la lista ATP. No estará sólo en su estancia en Londres. Nuri Llagostera, que se clasificó para el cuadro final tras superar la fase previa, también debuta hoy. La cita podría haber sido histórica (tres mallorquines en un Grand Slam), pero Rafael Nadal ha preferido no forzar su regreso. Perderse el Open de Australia por una lesión en su tobillo derecho y los magníficos resultados que ha cosechado en la primera mitad de la temporada, han provocado que Carlos Moyà trastocara sus planes. En sus participaciones previas, el tenista mallorquín nunca había superado la segunda ronda, y acostumbraba a tomar estas semanas de descanso para encarar en las mejores condiciones la segunda parte de la temporada de tierra batida.

Pero en la final de la Copa Davis del año pasado, Carlos Moyà se convenció de que también puede jugar bien sobre hierba. Sumó el único punto del equipo español tras superar a Mark Philippoussis y muchos pensaban que también hubiera ganado a Lleyton Hewitt en el quinto partido. Esta metamorfosis se debió principalmente a la preparación del equipo en Melbourne, en el que jugó un papel muy importante Tati Rascón. Cuando Moyà decidió volver a jugar en Wimbledon, también decidió que iba a prepararse para aspirar a lo máximo. Ha estado una semana entrenando en un club cercano junto a Joan Bosch, Juanan Martorell y el propio Rascón y sus sensaciones son buenas.

La adaptación a la hierba ha sido buena, pero el cuadro es complicado. El mallorquín debutará hoy (tercer turno de la pista 3) ante el francés Olivier Patience, que llega de la fase previa. Sobre hierba es un duelo equilibrado, aunque el balear parte como favorito. Si supera la primera ronda se medirá con el vencedor del partido entre Alex Corretja y Radek Stepanek. El potente servicio del checo le hace favorito ante el catalán. Moyà va por la parte alta del cuadro y si consigue seguir adelante probablemente deba enfrentarse con Marat Safin, Lleyton Hewitt y Roger Federer para alcanzar unas hipotéticas semifinales. También es complicado el cuadro de Nuri Llagostera. La tenista de Cala Millor debuta en la fase final en el tercer turno de la pista doce ante la húngara Petra Mandula. A Nuri Llagostera le gustan las grandes citas y el hecho de llegar de la previa (totalmente aclimatada a las pistas de Wimbledon) puede jugar en su favor para superar la primera ronda. Si consiguiera ganar a Mandula, se mediría en la segunda ronda con la vencedora del duelo estadounidense que medirá a Meghann Shaughnessy y Marissa Irvin. La gran amenaza llegaría en la tercera ronda, ya que debería medirse con Venus Williams, finalista el año pasado.