Samuel Etoo desquició al Real Madrid, el club que aún posee el 50 por ciento de los derechos por su traspaso, y fundió un poco más a un rival que desea con urgencia el final del campeonato y que con su derrota deja ya al Valencia el camino libre para conquistar el título de Liga.

El Valencia juega mañana en Sevilla. Y le saca cuatro puntos al Real Madrid. Etoo fue el rey del partido. Manejó todos los registros que le han llevado a ser el Balón de Oro de Africa. Velocidad, control, regate y llegada, mucha definición, el argumento que finalmente separa a los buenos jugadores de los extraordinarios. En este último grupo se encuentra el futbolista camerunés, un tipo que ha madurado, con hambre de fútbol y sobre todo con hambre de gloria. Etoo necesitó nada más que el primer tiempo para resolver el compromiso. En el segundo tramo apareció menos y se fue diluyendo.

'Samu', como era conocido Eto'o en la Ciudad deportiva del Madrid, cumplió con sobresaliente esa ley no escrita, pero que es ya una costumbre ya, que obliga a los ex del Madrid a hundir a su club de origen cada vez que pisa el Bernabéu. Hoy, cuando anotó el segundo tanto Eto'o hizo un gesto a la grada diciendo: «Aquí estoy yo, que soy del Madrid», reivindicando su talento.

Este año primero fue Morientes, luego Valdo y esta noche apareció Eto'o para tumbar a un Real Madrid, nervioso, descentrado, con angustia, pero sobre todo, sin actitud defensiva.

El Madrid se fue al descanso en medio de una gran pita. Era el castigo a una noche donde al equipo de Carlos Queiroz le duraba muy poco el control del balón y pagó por ello un alto precio.

Parecía que el Madrid podía enmendar la plana en la reanudación. Queiroz tiró a Beckham al costado derecho y Figo pasó a ejercer de medio centro. De inmediato, a los 51 minutos llegó el 2-3, con un gol de penalti de Luis Figo, muy protestado por los jugadores del Mallorca, pero ya no hubo para más.

LO MEJOR: Etoo.
LO PEOR: El Real Madrid.