Transcurridas veinticuatro horas del partido, Navarro, en
relación a las posibles sanciones que se deriven del acta del
colegiado, dijo que «si hay mano dura, también la haya para el
árbitro», aunque espera que sea «la mínima posible».
Sobre las sospechas que se ciernen sobre las intenciones del
colegiado, el técnico apuntó que «de lo vivido en los dos últimos
partidos, pienso que alguna mano negra hay; no es lógico que nos
muestren tantas tarjetas cuando mi equipo ha sido correcto
siempre».
El entrenador bermellón afirmó ayer que su reacción «no es
ninguna pataleta; esto es más grave de lo que parece porque estamos
al final de la liga, hay muchos intereses y otros que no quieren
bajar de posición... Estoy hay que vivirlo». Navarro se preguntó:
«Si pasa esto en Can Misses, qué harán en los próximos
desplazamientos».
El responsable técnico se mantiene en su postura: «No me
arrepiento de nada de ayer (domingo)». Sobre las tarjetas mostradas
por Armenta Fernández señaló que no estaban justificadas porque el
juego en los primeros compases «era limpio; con las tonterías y
errores del árbitro y del linier los jugadores se cohibieron mucho,
había que andar con pies de plomo».
Según Navarro, los colegiados «no valoraron por igual a los dos
equipos» y se ha perjudicado seriamente a la SD Eivissa de cara a
la próxima jornada porque han cumplido su ciclo de cinco tarjetas
amarillas Jorge y Julián Marcos, el capitán del equipo, que
seguramente serán baja. Como también lo será Vicente, por doble
amonestación.
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