El medio melé portugués saca el balón oval en un lance del encuentro jugado ayer. Foto: MARCO TORRES

Mal partido de España, que tardó demasiado en entrar en juego y lo pagó caro con una desventaja muy grande al término del primer tiempo, 17 puntos (25-8), y que al final resultó demasiado para remontar en la segunda mitad.

Portugal salió con mucha fuerza. Bien posicionados sobre el terreno de juego, los lusos supieron agujerear la débil defensa española. Los fallos de posicionamiento en la línea de tres cuartos de España propiciaron dos ensayos portugueses seguidos al principio del encuentro. Miguel Portela fue el artífice del gran primer tiempo luso, al anotar tres ensayos en tres buenas jugadas.

Tardó en reaccionar España que no consiguió acercase a la zona de marca contraria hasta el minuto 30 de partido. Eso sí en la primera ocasión en que se acercó anotó un bonito ensayo, a manos del zaguero Ferrán Velazco, que logró su objetivo después de recorrer unos 25 metros con el balón.

Antes del descanso España se quedó con 14 hombres, pero siguió atacando. Los portugueses aumentaron la diferencia con otro ensayo a 20-5 y a continuación el español Kovalenko logró transformar un penalti que dejaba el marcador en 20-8. Otro ensayo luso dejó el 25-8 con el que se llegó al descanso.

Tras la reanudación España empezó acortando distancias con otro penalti de Kovalenko, pero Portugal ensayó enseguida a manos de Antonio Aguilar, dejando el marcador en un casi inalcanzable 30-11. Hacia la mitad de este segundo periodo España logró otro ensayo, esta vez obra Pedro Dávila (30-16), y otro penalti de Kovalenko puso a España en 30-19. Finalmente, otro ensayo de Aguilar dejó el definitivo 35-19.

España no tuvo capacidad suficiente para reaccionar en la segunda mitad, dada la enorme desventaja. El seleccionador nacional, Gerard Glynn trató por todos los medios de encontrar un revulsivo, pero sin éxito.