El jugador más carismático del Barça, Ronaldinho, se paseó el pasado martes por Eivissa levantando pasiones allá por donde se dejó ver. Acompañado de cuatro amigos de su misma nacionalidad, el deportista viajó desde la Ciudad Condal hasta Eivissa en una visita relámpago para, según explicó, «pasar la tarde».

Es posible que Ronaldinho aprovechase la jornada de descanso de los entrenamientos de su equipo para darse el salto hasta la isla que admitió que conocía de oídas. En lo que queda de semana el delantero del Barça preparará el partido de la próxima jornada de liga en la que su equipo se enfrentará a la Real Sociedad en el Nou Camp y promete seguir su racha goleadora.

En su primera visita a la isla Ronaldinho se dejó ver por distintos puntos de Eivissa lo que provocó que muchos de sus seguidores le persiguiesen para conseguir fotos y autógrafos con su ídolo. En una breve entrevista el delantero blaugrana comentó lo mucho que le había gustado Eivissa y que no descartaba volver e incluso adquirir una casa.

Vestido de chandal y zapatillas deportivas, Ronaldinho posó sonriente y simpático con todos los fans con los que se encontró, sobre todo durante el paseo que realizó por el Paseo Marítimo Juan Carlos I, lugar que recoge la imagen de este reportaje en la que el futbolista posa con su gesto característico junto a Daniel Molina, un joven de 20 años empleado de Maripol que, alertado por la presencia de su ídolo se acercó hasta el lugar en el que le habían dicho que merodeaba para hacerse una fotografía junto a él.

Además de la fotografía Daniel Molina consiguió un autógrafo de su ídolo y pudo conversar con él unos minutos.

Sergio Molina