Un escultor que busca nuevos horizontes de expresión.

La galería Van der Voort ha elegido para abrir su calendario de exposiciones de este año a Javier Arce, un escultor evolucionado hacia la deconstrucción del concepto tradicional de escultura. Una cierta ironía sobre el proceso de la creación aflora en la instalación que ocupa la galería y en una foto suya que preside la sala, en la que se ve en la pasada feria de Arco a Cati Verdera, directora de la Van der Voort, con la caja plegada que Arce ha desplegado en su primera visita a Eivissa.

-¿Cómo explica lo que presenta en esta exposición?

- Le llamo prototipo de cosa inútil, una especie de anti obra de arte. La idea surgió durante mi estancia en Londres; esa condición de viaje me hizo pensar en obras que se pudiesen montar y desmontar, apilar y transportar. Todo esto me llevó a construir una pieza en la que su acabado definitivo estuviese abierto, que el espectador pueda pensar que es modulable y adaptable.

- ¿Elige los materiales utilizados a propósito?
- Tengo cierta atracción por los materiales industriales (plásticos, resinas, aceite industrial...). En este caso, como la pieza es casi una construcción arquitectónica, un mueble o un decorado frágil, he usado telas, papel, plástico...

- ¿Le gusta utilizar la ironía en su trabajo?
- Me gusta ironizar y reírme un poco de casi todo; disfrutar con lo que hago, pasármelo bien. Y sí, últimamente estoy tratando de darle a mi obra un punto irónico, pero sin carcajadas.

- En su etapa antes de Londres, un crítico hablaba de «apariencias orgánicas y engañosa morbidez»; ¿se reconoce todavía en esos comentarios?

- No, los perdí de tras la ruptura que supuso la etapa londinense. Me sorprendía que la gente a veces asociara mi obra al tema sexual y al fetichismo; para nada. Por éso, y porque me veía en una situación de repetirme fue por lo que terminé con aquellos objetos.

- ¿Y hacía donde va ahora?
- Mi dirección actual tiende al metalenguaje del arte sobre el arte; como el proceso de construcción de una obra, el montaje de una exposición o las relaciones con artistas y galeristas.

- ¿No teme que tanta deconstrucción le lleve a la nada?

- No creo, tengo bastantes proyectos e ideas. En junio haré una exposición en Santander en la que mostraré todo esto que llevo dándole vueltas desde hace más de un año. Será una instalación escaparate, mostrando con un vídeo el proceso de la instalación; una especie de back stage. Tendrá escultura, vídeo, dibujo y fotografía; pero estos medios lo utilizo para documentar el proceso, no como obra final independiente.