Efe|RIMINI
El ciclista italiano Marco Pantani completó su última escapada ante la sorpresa de todos, medios de comunicación, aficionados y deportistas, que a última hora del sábado conocieron la noticia del fallecimiento de «El Pirata». El ganador del Giro de Italia y del Tour de Francia de 1998 fue encontrado sin vida, vestido con pantalones vaqueros y el torso desnudo, en una habitación del hotel-residencia «Le Rose» de Rimini, aunque los motivos de su fallecimiento se conocerán hoy, cuando se efectúe la autopsia al cadáver, que fue trasladado al tanatorio del hospital de Rimini. La Policía halló en el cuarto, donde residía desde el pasado 9 de febrero, varias cajas de fármacos, una de ellas al parecer para tratar la ansiedad. Su muerte se debió a un paro cardiaco, cuya naturaleza se determinará con la autopsia, según el atestado del médico forense que acudió al hotel-residencia donde se encontró el cuerpo sin vida del corredor. La autopsia, pues, deberá determinar si dicho paro cardiaco se debió a la ingestión de un elevado número de psicofármacos, con lo que se podría apuntar la hipótesis de un suicido; o bien al mal efecto de algunas pastillas tomadas sin ánimo de acabar con su vida.

Desde el inicio de la investigación, se descartó que la muerte fuese violenta o hubiese involucrada una segunda persona. Según el fiscal de Rimini, Paolo Gengarelli, quien realizó el primer reconocimiento del lugar del deceso junto al médico forense, Francesco Toni, no fueron encontrados restos de sustancias estupefacientes. Pero las sosprechas se confirmaron, pues se hallaron varias cajas de fármacos ansiolíticos. Los antidepresivos, según han informado fuentes de la investigación, son de varios tipos, por lo que parece seguro que Pantani habría hecho uso de ellos en los días anteriores a su muerte.

Los fármacos encontrados en la habitación de Pantani son, al menos, de tres tipos distintos y entre ellos estarían el ansiolítico «Control», el antidepresivo «Surmontil» y el hipnótico y sedativo «Flunox». Algunas de las cajas habrían sido encontradas vacías mientras otras estarían aún sin utilizar. La presencia de estos tipos distintos de psicofármacos, según se cita de fuentes de la investigación, parecen apuntar la hipótesis de que la muerte de Pantani haya podido deberse a haber tomado una mezcla de ellos. Por su parte el médico forense ha excluido totalmente la posibilidad de una muerte provocada por la acción de otra persona.

Sus conocidos, según han relatado en medios locales, habían advertido este mismo comportamiento en fechas recientes. El corredor, que alcanzó la gloria en 1998, con el triunfo en dos de las tres grandes vueltas del panorama ciclista mundial, sufrió un gran mazazo el 5 de junio de 1999, cuando, en la etapa de Madonna di Campiglio, fue apartado del Giro de Italia al dar una tasa de hematócrito en sangre superior en un dos por ciento a la permitida. Ahí empezó el auténtico vía crucis de «Il elefantino». Su nombre figuró en una serie de investigaciones policiales y judiciales que le fueron encerrando cada vez más en sí mismo y alejando del mundo del ciclismo.