Efe|HOUSTON
Andy Roddick, número uno del mundo, hizo su debut en la Copa Másters de tenis con la victoria por 6-2, 3-6 y 6-3 sobre el mallorquín Carlos Moyà, séptimo preclasificado, en un partido perteneciente al Grupo Rojo. El partido, que duró una hora y 36 minutos, lo definió el estadounidense gracias a su potente saque -metió 14 aces- y sus golpes de derecha que fueron los que establecieron la diferencia en los tantos decisivos del tercer set.

«Ha sido un partido difícil porque Moyà jugo un excelente tenis y sólo cuando pude romperle el saque en el octavo juego para el 5-3 del tercer set pensé que podía ganarlo», declaró Roddick. «Mi ilusión era debutar en el Masters ante los aficionados de Houston y hacerlo con un triunfo».

Roddick se coloca con marca de 1-0 dentro del Grupo Rojo y se enfrentará mañana jueves en la segunda ronda del último torneo del circuito internacional bajo el sistema de «round robin» contra el alemán Rainer Schuettler, sexto cabeza de serie, que ganó 6-3, 4-6 y 6-2 al argentino Guillermo Coria, cuarto preclasificado. «Sé que para estar en la semifinal tengo que ganar al menos dos partidos y espero conseguir la segunda victoria cuando me enfrente a Schuettler», comentó Roddick.

La victoria también fue la segunda que tiene Roddick, de 21 años, en los enfrentamientos como profesional contra Moyà, de 27 años, que participa en el cuarto Masters en su carrera. «Tuve las mismas oportunidades o más de ganar el partido, pero al final no las aproveché y Roddick fue el que decidió con su saque en los últimos juegos», comentó el mallorquín, que se enfrentará el jueves a Coria. «Esta claro que será decisivo para ambos».

El primer set fue un paseo para Roddick que en sólo 24 minutos lo ganó después de romperle el servicio a Moyà en el tercer y séptimo juegos, mientras que el suyo lo mantuvo sin problemas.

Pero el jugador mallorquín ajustó su resto de revés y sorprendió a Roddick en la segunda manga para romper el servicio por primera vez y ponerse con 2-0 y saque de ventaja, el margen suficiente para mantener el suyo y conseguir empatar el partido.

El tercero fue un duelo de dos jugadores que dominaron con su saque y golpes de derecha hasta que en el octavo juego Andy Roddick aprovechó el primer «break point» para romper el servicio a Moyá y ponerse con la ventaja de 5-3 y servicio que se presumía insalvable.

Roddick, que terminó con 83 puntos ganados, no falló con su saque y se aseguró la victoria ante el delirio de los 7.500 espectadores que llenaban el estadio del Club Westside de Houston, donde es el nuevo ídolo del tenis estadounidense.