El marcador encajado en el Centro Insular de Deportes frente al
Auna Gran Canaria (88-83) ha materializado el peor registro que los
blancos han obtenido al cabo de nueve partidos en las veintiún
ediciones de la Liga ACB disputadas hasta ahora.
La clasificación refleja el auténtico significado que para un
club como el Real Madrid supone haber ganado menos partidos
-cuatro- de los que ha perdido -cinco- con un hecho irrefutable: la
undécima plaza de la tabla.
El primer mes de competición, no obstante, ha generado
situaciones casi tan sorprendentes como la que atraviesan los
hermanos pobres de los «galácticos del fútbol». Sin duda, una de
ellas corresponde al Unicaja, situado en puestos de descenso tras
caer ante el Barcelona (75-61) con las bajas del hispano-argentino
Walter Hermann y el estadounidense Víctor Alexander tras la
dimisión del técnico Paco Olmos.
El Unelco Tenerife tampoco sigue el guión previsto, aunque en
sentido contrario. Los tinerfeños, recién ascendidos, ocupan
puestos de eliminatorias por el título -sextos- después de hundir
al Etosa Alicante en el fondo de la clasificación gracias al 73-52
que dio la quinta victoria insular.
El Etosa Alicante firma, tras esta espectacular derrota en
Tenerife su peor inicio de Liga en las tres temporadas que ha
militado en la ACB, lo que le ha llevado a ocupar puestos de
descenso a la LEB, algo que no sucedía desde la última jornada de
la campaña 2000-01, la de su debut en la máxima categoría. El
equipo entrenado por Luis Casimiro Palomo sólo ha sido capaz de
ganar dos de los nueve partidos de Liga.
Hasta el Tau, líder hegemónico y único equipo invicto, tuvo que
sufrir lo indecible para conservar su privilegiada posición frente
al Fórum, al que tumbó por un ajustado 84-83 el día en el que el
estadounidense André Turner amplió su fructífera carrera dentro de
la ACB tras superar la marca histórica de 6.000 puntos en el Buesa
Arena.
La revuelta ha alcanzado tales proporciones que hasta el
Breogán, con un tanteador idéntico al de Vitoria contra el
Fuenlabrada, ha podido abandonar los puestos de descenso, donde
tampoco figura ya el Murcia, que doblegó al Casademont Girona
(71-62).
La inestabilidad parece, por tanto, el denominador común del
campeonato. El Caja San Fernando, desde luego, ha diferenciado bien
las fases de sus altibajos y, tras ser líder en las dos primeras
jornadas, navega por fuera de la zona del título tras desperdiciar
dieciocho puntos de ventaja en la pista del Pamesa (81-74).
Las rachas del Caprabo Lleida también oscilan de forma brusca,
aunque en este caso en función del escenario. Los ilerdenses
ofrecen una cara en casa y otra, mucho peor, a domicilio. Esta vez
aprovecharon la visita del DKV Joventut para alimentar la confianza
que sienten como locales (89-82), un respaldo que el Estudiantes,
después de tres derrotas consecutivas, vería con muy buenos ojos
para el encuentro ante el Ricoch Manresa que, el próximo martes,
clausurará la novena jornada.
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