Espectacular jornada de motor se vivió ayer en el hipódromo de San Rafael con la celebración del 'Gran Día del Motor' que acogió durante más de 9 horas de competición las pruebas de autocross, motocross, quads y coches de radio control.

La acogida de los aficionados al motor no pudo ser más llamativa ya que más de 7.000 personas abarrotaron las gradas del recinto. Los aledaños estuvieron llenos de público que no quisieron perderse este espectáculo deportivo. Cabe recordar que desde el año 1988, el hipódromo de San Rafael no reunía al mundo de motor en una carrera de competición desde que se celebrara el Campeonato del Mundo de motocross y sidecross.

Las pruebas, organizadas por el Motor Club Pitiús, contaron con un gran despliegue de personal, entre ellos Cruz Roja, Protección Civil y el dispositivo de seguridad que se encargó de velar por el buen funcionamiento de la jornada que comenzó a primera hora de la mañana. Los aficionados fueron llegando en masa al recinto. El acceso al hipódromo de San Rafael se convirtió en una hervidero de coches y motos que llenaron los aparcamientos instalados en las cercanías al recinto. Los aficionados pudieron disfrutar de las mangas de entrenamiento y de carrera de las diferentes disciplinas del motor que contó con la exhibición de tuning y una exposición de coches clásicos. El trazado estaba instalado en la zona interior del hipódromo. La longitud era de 900 metros aproximadamente, adaptado para las pruebas de motocross, que contó con la participación de casi 40 pilotos , autocross, que tuvo a 30 vehículos en la parrilla de salida, y de quads (motos de cuatro ruedas), que contó con la presencia de ocho participantes. El trazado contribuyó al espectáculo ya que a primera hora de la mañana estaba embarrado lo que contribuyó a que los pilotos se exhibieran delante del público asistente. La jornada quedó interrumpida para que los aficionados pudieran degustar una suculenta paellada. Posteriormente, se reanudó la competición con las mangas finales.