Pantalón de chándal azul, polo gris y zapatillas deportivas
blancas. Tomeu Llompart (Inca, 1944) apostó por el mono de trabajo
para estimular a la plantilla. El técnico inquense se entregó en
cuerpo y alma desde el mismo banquillo en el que hace año y medio
estalló de júbilo para celebrar la permanencia. Ahora una
corrección a Nené, después otra a Fernando Niño. Que si un aviso a
Jesús Perera para las coberturas. Que si unas palabras a Etoo... El
sudor que derramó desde la banda no se tradujo en el marcador.
Aunque, en el lado positivo de la balanza destaca el hecho de que
Tomeu Llompart sigue sin perder un partido de Liga con el Mallorca
en Palma: cinco victorias y un empate en su tarjeta como local.
Minutos después de que Carmona Méndez señalara el final del
encuentro, Llompart se presentó en la sala de prensa. El gesto
delataba la tensión del duelo. «El Mallorca no se ha merecido lo
que al final señala el marcador porque después de hacer lo más
difícil, nos empataron», dijo el inquense antes de recordar que
«tuvimos una ocasión clara de Nené al inicio del segundo tiempo y
un penalti clarísimo desde mi punto de vista, que el árbitro no lo
pito, quiero creer que porque no lo fue».
Para el entrenador mallorquín, que probablemente dirigirá al
Mallorca el próximo miércoles en el encuentro de la Copa del Rey,
sus jugadores quizás notaron las ganas de agradar: «El equipo viene
de un trauma, durante la semana se ha hablado más de entrenadores
que de Osasuna, y en dos días no se puede alterar demasiado el
guión», apuntó antes de añadir que «el futbolista tiene ahora las
ilusiones renovadas y dentro de poco volverá a ser el equipo que
todos queremos».
Llompart no cree que el tanto del empate, conseguido por Osasuna
inmediatamente después del gol indígena, fuera un error de su
equipo, sino más bien «un golpe de fortuna de Osasuna porque fue un
balón al segundo palo que el jugador golpeó casi cayendo». El
técnico notó cierta «falta de convicción de victoria. Me gustaría
que conmigo, o con el entrenador que venga, mejoren en ese aspecto
porque tienen condiciones para ello».
Finalmente, al respecto del duelo copero en Sabadell, apostó por
la cautela: «Nunca se puede despreciar al rival, aunque somos
superiores y si jugamos como hoy, pasaremos».
El vestuario no ocultó su preocupación por el resultado final,
aunque quisieron ver la cara positiva y destacar que en el estadio
de Son Moix siguen sin conocer la derrota. Uno de los protagonistas
de la jugada polémica, Fernando Niño, dijo que «me hicieron un
penalti clarísimo que el árbitro no pitó, pero que pudo ver todo el
mundo». Perera, que se ubicó en la derecha, señaló que «no estamos
consiguiendo buenos resultados, pero no podemos quedarnos aquí.
Debemos mirar hacia adelante porque cambiará la suerte».
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