INCIDENCIAS
Unos 36.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones.
Era el Athletic de Valverde deficitario hasta ayer, día en el que la glotonería de dos tipos como Urzaiz y Etxeberria le devolvieron al mundo de los nobles. El técnico extremeño olvidó el manual de las dos primeras entregas y presentó un equipo típico, más primario, más a la vieja usanza. Y no le fue mal como bálsamo, porque encontró un Mallorca blando en el juego aéreo y sin puntería arriba, una ecuación que disparó los números vizcaínos y desnudó las carencias bermellonas, más evidentes cuando falta pegada. Los baleares fueron atropellados en Bilbao, plaza en la que en las últimas temporadas siempre habían sacado algo de petróleo (4-0).
Sea porque el Athletic tenía prisa, o porque el Mallorca sabía de las urgencias del grupo rojiblanco, el inicio de partido fue alborotado, denso. Que si un pelotazo de Nadal, que si un patadón de Lacruz, que si una zancadilla de Fernando Niño. Todo tenía poco sentido, como si la cita tuviera plomo. Sin gobierno, el encuentro fue de lado a lado hasta que el conjunto vasco advirtió que era la tarde de Ismael Urzaiz, y entonces todo cambió. El navarro, que había entrado en el once para cambiar el estigma perdedor de los «leones», se forró en los dos primeros balones que le bombearon entre las cabezas de Niño y Nadal, y en cinco minutos le sacudió un bofetón al partido. Primero remató un centro desde la derecha de Javi González (minuto 37) y luego enganchó un golpe franco ejecutado por Tiko desde la otra esquina (minuto 42).
El Mallorca venía por entonces de ofrecer su mejor versión. Etoo se había encontrado con la rodilla de Aranzubia y luego con el larguero en dos fogonazos rojillos (minuto 21), y luego Bruggink no acertó a definir un pase interior cuando se encontró de frente con el portero bilbaíno (minuto 30). Todo, amparado en el atrevimiento de Campano por el flanco derecho y en la deliciosa zurda de Toni González. Con todo, el equipo de Jaime Pacheco se marchaba al descanso con la sensación que deja el marcar el golpe y no ejecutarlo, y con un encuentro empinado.
El conjunto isleño se lanzó a tumba abierta a por un gol que le devolviera la vida, pero sus ataques siempre se debían a impulsos. El Athletic, cómodo sin el cuero, tuvo suficiente con la velocidad de Ezquerro y Etxeberria para rajar el arranque del segundo tiempo, a pesar de que Etoo volvió a amenazar a Aranzubia con un tiro sesgado que besó la madera. Con el partido convertido en un episodio de esquizofrenia, Leo Franco evitó el tercero con dos intervenciones a remates de Lacruz y Etxeberria, pero poco después no pudo evitar un escorzo del delantero tras un magistral servicio de Del Horno (minuto 77).
El Mallorca había gastado mucha munición, y por aquel entonces su moral ya era algo enclenque, y empezaba a sangrar. En otro arreón local, Leo Franco derribó a Bordas en el área y Etoo acabó actuando de portero e intentando detener el penalti que transformó Etxeberria (minuto 88), que acabó sellando la goleada.
Nené debutó con el Mallorca en el torneo de Liga en el minuto 50 de partido, cuando entró en sustitución del andaluz Poli. El jugador brasileño, que marcó un gol el jueves en Badalona en el encuentro amistoso correspondiente al centenario del conjunto catalán, entró en la convocatoria y Jaime Pacheco le metió en el campo a poco de la reanudación. Sin embargo, el que no llegó a debutar fue el centrocampista uruguayo Martín Ligüera, que jugó varios encuentros durante la semana con su selección y se cayó a última hora de la convocatoria mallorquinista.
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