Miquel Alzamora
Recreativo y Mallorca empataron a uno en un partido sin apenas historia y que confirmó todos los extremos, es decir, que el encuentro de ayer sobraba. El «ensayo general» no tuvo ganador, no tuvo emoción y, sobre todo, no fue ni la sombra de lo que será el choque que ambos equipos protagonizarán el 28-J. Al menos en Elche existirá un factor fundamental en el fútbol: la emoción. Este final de Liga ya sólo es de consolación para un equipo descendido -el Recre- y otro en zona intermedia, -el Mallorca-.
Lo de ayer, además, confirmó que el cuadro balear se queda sin opciones para meterse en UEFA a través de la Liga. Europa ya sólo está al alcance si se gana la finalísima del Martínez Valero. Respecto al choque de ayer, nada más empezar, el Recreativo demostraba los motivos por los cuales ha descendido a Segunda División. Ni estaba, ni se le esperaba, mientras que el Mallorca, jugando a medio gas y superaba a un rival endeble y que parecía que el partido no iba con él.
El once de Manzano avisó de inmediato. Carlos sirvió una brillante asistencia al punto de penalti. Etoo no tuvo un buen control y la pelota se le escapó de su dominio. Sin embargo, el Mallorca estaba bastante enchufado al encuentro y acertó de pleno a los cuatro minutos. Miquel Soler sirve a Carlos y este ve a Etoo bien posicionado para el disparo. El camerunés fue zancadilleado por Espínola y González Vázquez señaló penalti. El «nueve» no falló y adelantó al Mallorca en el marcador. A partir de ahí el juego fue decreciendo poco a poco, aunque los rojillos insistían a golpes intermitentes, como por ejemplo los que ofrecía Miquel Soler por la izquierda. El lateral actuó de interior y exhibió ganas, rapidez y toque. A Los 17 minutos mandó una asistencia sencillamente genial que fue todavía mejor rematada por Alejandro Campano. El portero César, en una de esas intervenciones dedicada a los fotógrafos, rechazó la pelota. A partir de ahí poco o, mejor dicho, nada. El Mallorca se limitaba a aguantar y el Recreativo se limitaba a deambular sobre el césped.
Con este tratado de intenciones se llegó al tiempo de descanso. En la reanudación una bajada de tensión brutal por parte del Mallorca propició el gol del Recreativo. Joaozinho, que había sustituido a Bermejo en el descanso, aprovechó una indecisión colectiva de la defensa rojilla para materializar, de media chilena, el empate a uno. La zaga pidió fuera de juego y se encontró con el tanto del empate.
Sería un error decir que ahí el partido se acabó, pero casi. Lo más noticiable fue la expulsión de Loren a los 63 minutos y poca cosa más. Carlos, Paco Soler, Niño, y sobre todo Riera y Etoo que mandaron un balón al palo cada uno, tuvieron oportunidades relativamente interesantes, pero ninguna de ellas acabó en gol.
No hubo tiempo para más, sólo para despedir un partido que no sirvió para nada. Lo peor de todo no es lo de ayer, lo verdaderamente difícil de asimilar, teniendo una final a la vuelta de la esquina, es que el próximo fin de semana hay que jugar otro partido inútil. Es un final de Liga sólo de consolación.
Cinco posibles titulares estuvieron ayer sobre el césped del Nuevo Colombino. De entrada, Manzano sacó a David Cortés, Poli, Lozano y Etoo. Los cuatro serán titulares, de no caer lesionados, el próximo 28 de junio en el Martínez Valero. En la segunda parte el entrenador dio entrada a Albert Riera, que también actuará de inicio ante el Recre en la finalísima del 28-J. Los cambios continuarán en el partido de la próxima jornada que disputará el Mallorca ante el Málaga. De entrada no estará Samuel Etoo y es previsible que tampoco lo estén los lesionados Ibagaza, Pandiani y Novo.
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