España 0
Grecia 1

ESPAÑA: Iker Casillas; Míchel Salgado, Puyol, Helguera, Raúl Bravo; Marchena, Valerón; Joseba Etxeberria, Raúl, Vicente y Morientes.
Cambios: De Pedro por Vicente; Joaquín por Joseba Etxeberria y Sergio por Marchena.

GRECIA: Nikopolidis; Seitaridis, Dellas, Dabizas, Kapsis, Venetidis; Zagorakis, Tsartas, Giannakopoulos; Vryzas y Charisteras.
Cambios: Karagounis por Tsartas y Lakis por Charisteras.

Arbitro: Alain Sars (FRA). Expulsó por doble amonestación a Venetidis en el minuto 80. También enseñó tarjeta amarilla a Exteberria (m.48), Dabizas (m.53), Marchena (m.75), Helguera (m.85).

Goles:

0-1. Minuto 44, Giannakopoulos, de potente disparo desde fuera del área que entra por la izquierda de Casillas.

José A.Pascual|ZARAGOZA

Pese a exponer su versión más ofensiva, el equipo de Iñaki Sáez sufrió de lo lindo para llegar con auténtica claridad al remate, y cuando lo hizo no le acompañó el acierto. Hay encuentros en los que se puede pensar en golear, pero que se complican sobremanera. Este fue uno de ellos para España.

Valerón, mientras tuvo fuelle, despuntó en el medio centro con su clase y visión de juego, Etxeberria desbordó por la derecha cuando estuvo, Raúl quiso hacer daño entre líneas pese al pegajoso marcaje de Kapsis, Morientes trabajo a destajo pero sin éxito y Vicente lo intentó todo por la izquierda, pero apenas le salió nada y eso que contó con la colaboración en las subidas de Raúl Bravo.

El conjunto de Otto Rehhagel, que ya rozó el triunfo antes del Mundial en Inglaterra, hizo una apuesta clara por la seriedad defensiva, las ayudas atrás y a la espera de una contra. Le salió a las mil maravillas. Apenas salió de su campo, pero con el zapatazo de Giannakopoulos al borde del descanso encendió la luz de alarma en el equipo español.

De nada le había servido al cuadro de Sáez haber dominado, jugado por momentos bien y brillante, pero la impotencia de ser mejor y no llegar con la contundencia necesaria acabó por dar aire a los helenos, que estallaron de júbilo en un momento psicológico.

Y lo hicieron ya sin Tsartas en el campo, reemplazado por lesión, y sin Charisteas, otra de sus figuras. La entrada de Lakis y Karagounis dio al cuadro de Rehhagel más mordiente en posiciones más adelantadas y con ellos la dinámica cambió porque España había bajado el ritmo.

El gol de Stylianos Giannakopoulos, del Olympiakos, fue un castigo injusto para los méritos del conjunto de Sáez, que por segunda vez en esta fase de clasificación se veía por detrás en el marcador, como le ocurrió en Kiev y desvelando carencias que pueden ser preocupantes en momentos realmente claves, como las que se vieron ante Armenia en buena parte del encuentro.

Grecia se instaló después del descanso alrededor de su área y se convirtió en un muro prácticamente impermeable. El partido, ahora ya sí, tuvo sólo una dirección, el del ataque del cuadro español en busca de la remontada.

Ni siquiera la magia de Valerón podía romper la barrera que España tenía enfrente. Sáez tardó un cuarto de hora en cambiar las bandas. De Pedro y Joaquín suplieron a Vicente y Joseba Etxeberria con la intención de refrescar las aperturas y ganar en calidad en el centro al área. Tampoco Raúl, en un partido gris por el impecable marcaje sufrido, conseguía rescatar a España, cuyas ideas eran pocas y sus reservas físicas también justas, algo, empero, en cierto modo lógico por la altura de la temporada. Valerón, agotado, y Marchena, superado por el enorme desgaste físico, acabaron sin presencia y España careció de capacidad en la medular mediado el segundo periodo, por lo que Sergio tuvo que comparecer en lugar del valencianista como última solución a falta de un cuarto de hora.