Desde primera hora de la mañana, los altavoces de la zona de meta
anunciaban con las madrugadoras voces de los dos 'speakers' la
presencia de los 770 triatletas que tomaron la salida. Los
deportistas iban y venían por el circuito comprobando su material y
preparando su traje de neopreno.
Más de 10.000 personas siguieron la carrera por el circuito urbano
de Eivissa, según datos de la Policía Local. En meta, más de 1.000
personas, según los organizadores. Para la llegada del vencedor, el
palco estaba repleto. Entre las autoridades presentes, se
encontraban el presidente de la Federación Española de Triatlón,
José Hidalgo; la presidenta de la Federación Europea de Triatlón,
Marisol Casado; el presidente de la ITU, Lex McDonald; la
consellera de Deportes, Sofía Hernanz; el conseller de Interior del
Govern balear, Josep Maria Costa; y el concejal de Deportes del
Ayuntamiento de Eivissa, Roque López. Del resto de ayuntamientos no
había ningún representante en la grada.
Muchos familiares acompañaban a los suyos en los minutos previos
a la prueba. Algunos espectadores portaban banderas nacionales,
grandes y pequeñas, o toallas con sus colores nacionales. La
preparación pasaba por un calentamiento previo e incluso, en
algunos casos, masajes.
Varios centenares de personas madrugaron ayer por la mañana para
ver la salida de la prueba y se agolparon en el puerto deportivo de
Ibiza Nueva para ver la salida masiva para la prueba de natación.
Poco a poco la expectación fue creciendo y fueron muchas las
personas que se acercaron al paseo para ver la salida de la
natación y el cambio del agua por la bicicleta y la carretera. A
quince minutos del inicio del campeonato del mundo, todos los
triatletas estaban en marcha y en posición de salida. El 'top diez'
de las categorías elite femenina y masculina fue presentado
segundos antes de darse las salidas correlativas. A dos minutos del
inicio, la cámara de llamadas y la zona de boxes quedó cerrada
completamente.
Las salidas elite fueron muy aplaudidas desde el puerto, sobre
todo los españoles y el campeón del mundo, el francés Cyrille
Neveu. Entre el numeroso público, además del dato de las banderas
nacionales, como la británica, el toque folk lo puso un señor
ataviado con la tradicional falda escocesa kilt y una gaita. La
recta de enlace entre la rampa de salida de la prueba de natación y
la zona de boxes de transición contó con muchos aficionados que
animaron a Eneko Llanos, el español que salió en el grupo de
salida, así como a Fernando Marián y a Alejandro Santamaría.
También el francés campeón del Mundo fue muy animado y sobre todo
Cecilio Pérez. El ibicenco corría en casa y se notó. Mientras todo
esto ocurría, los vecinos del paseo fueron espectadores de
excepción desde primera hora de la mañana y desde sus balcones
observaban la carrera.
Mientras en línea de meta se efectuaba el cambio de turno de los
voluntarios, que se habían pegado el gran madrugón, la carrera
ciclista progresaba. Poca gente se acercó al puente nuevo de Santa
Eulària para ver el transcurso de la carrera. En cambio en el punto
de giro para la segunda vuelta, junto al casino de Ibiza, el
público se acercó con pancartas de ánimo para sus compañeros y
amigos.
La carrera a pie fue la que más expectación levantó entre la
población ibicenca que hacia las doce del mediodía se acercó a las
calles del centro para ver la prueba en directo. El triunfo de los
españoles levantó los ánimos de las gradas y de los autoridades,
que se felicitaron del logro organizativo que despejó toda
incertidumbre y del éxito deportivo, que respalda que la prueba
ibicenca será la primera de las tres citas de la Copa del
Mundo.
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