Una imagen del banquillo del San Rafael.

S. M. Campoy-Redacción
El descenso del San Rafael se materializó ayer por la tarde en el municipal de Can Misses. El abultado marcador, sin embargo, no tiene qué ver con el triste saldo que le queda al equipo que más simpatía ha despertado esta temporada. El descenso, matemático, es el resultado de una campaña completa. La novatada ha salido cara pero queda el buen sabor de boca de la respuesta de la afición que hace bueno el esfuerzo de la directiva que dirige Paco 'Guillem' Bonet, quien ya aseguro hace muchas semanas que el San rafael volverá a la Tercera porque así lo quiere su afición.

Pepe Arabí, técnico del San Rafael, resumió en dos las causas de que el capítulo del San Rafael en la Tercera división se cierre antes de lo que desearía el club y la afición. Por un lado, la aceptación de una categoría superior arriesgando el tipo con la plantilla de Preferente como premio a muchos años de entrega y, por otro, cuando se adopta la decisión de hacer fichajes, éstos llegan algo más tarde. En cuanto a causas deportivas, el técnico aseguró que «si nos ponemos a analizar todas las claves se puede escribir un diario completo; las claves son muchas». Respecto a la aventura en la categoría, recordó la apuesta por la plantilla completa, «con todos los reservas de Preferente» como un «premio». Arabí reconoció que ni la directiva ni el cuadro técnico «sabíamos qué apoyo íbamos a tener de la afición y cuando se quiso reaccionar, viendo que teníamos posibilidades, los fichajes llegaron demasiado tarde».

La directiva aprovechó el mercado de invierno y en ese momento, según reseñó Arabí, «ya llevábamos un lastre que en definitiva ha desembocado en este descenso». Arabí destacó que a los jugadores «la temporada les ha pesado, están tocados» y agregó que para los tres partidos en San Rafael «no nos queda más que intentar ganarlos y terminar dignamente». El San Rafael ha arrastrado una carencia importante de pegada en ataque y falta de buena conexción entre el medio campo y la delantera, que a la postre le hizo perder partidos a su alcance.